La escena del crimen | Serie: Sueños freudianos (02)

Un inexplicable escalofrío recorrió su espalda al enterarse que fue asignado como jefe investigador del múltiple asesinato en la iglesia de los adoradores de Ceres. Recordó que cada vez que, dirigiéndose al trabajo, pasaba frente a ese templo, sus instintos policiales le decían que allí algo andaba mal.

Y llegó ese día, — se dijo mientras bajaba del carro y caminaba hacia la entrada del templo. —Toca resolver 5 homicidios, al menos. Pues hay que ubicar una sexta víctima, o al asesino.

— Detective, aquí tiene el informe preliminar de la escena del crimen, le dijo el encargado, extendiéndole una carpeta. Mujica recibió de mala gana la carpeta y comenzó a leer.

Los crímenes fueron descubiertos por el conserje del lugar cerca de las 10.30 pm, cuando se disponía a hacer la limpieza nocturna del día viernes. Informa, que el obispo de la iglesia le había prohibido venir a hacer la limpieza desde el domingo pasado. Pero eso era algo a lo que estaba acostumbrado ocasionalmente y no se preocupó por dicha petición. Ingresó al templo por la puerta trasera, que da acceso, desde el trasfondo, al área del pulpito. Allí, encontró el “baño de sangre” y salió corriendo a llamar a la policía.

Al ingresar al templo de los adoradores de Selene, se encontraron las puertas y ventanales sin señales de haber sido forzadas, y cerradas con candados por dentro.

En el espacio destinado al pulpito, yacían cinco cadáveres, distribuidos en un círculo, cada uno representando un radio, coincidiendo con las cabezas en el centro. Todos con su cabeza y pecho mirando hacia el techo. Todos vestidos con uniforme militar de camuflaje.

Todos los cuerpos tienen el cuello destrozado, sin ojos (fueron extraídos, aun sin encontrar). Politraumatismos generalizados. Todos los cuerpos presentan signos de haber sido lanzados con gran fuerza contra la pared, lo que ha provocado los politraumatismos, y una mancha extensa de sangre en el mural de la Diosa Selene. El forense descarta si los cuellos fueron partidos antes o después de ser lanzados.

En el ala izquierda, frente al pulpito: señales de forcejeo, banco volteados o fuera de su lugar, lentes oscuros regados por el piso. En la punta de un banco ubicado tres filas más atrás, se encontraron restos de sangre seca, excrementos y orina.

Sogas: igualmente en el mismo banco, dos juegos de ataduras hechas con soga, dispuestos en forma cilíndrica. Se presume para atar a alguien en muñecas y tobillos. Tienen restos de sangre y células humanas. Las cuerdas no presentan cortes ni roturas, fueron puestas ordenadamente sobre el asiento.

Pared, junto al mismo banco, se observa un escrito con signos de fases lunares, así como huellas dactilares hechas con sangre.

Baño del lado izquierdo. En el baño de caballeros del lado izquierdo, se encontraron restos de vidrios rotos correspondientes a una ventanilla de ventilación; en sus bordes se recogieron rastros de sangre y células humanas. Posible vía de escape de la persona que estaba atada, (en espera de análisis de sangre y ADN)

El grado de violencia y la manera en que estaban dispuestos los cuerpos, hacen pensar, en un ritual o ira desbocada.

Hay evidencias de una sexta persona en la escena, posiblemente estuvo atada, pero se soltó y escapó. (Ver el escrito codificado y las huellas dactilares en sangre son elementos clave para la investigación.)

El detective Mujica, cerró la carpeta del reporte, su mente comenzó a hacer su trabajo… Las preguntas comenzaron a surgir una tras otra, mientras corroboraba por sí mismo la escena del crimen. ¿La gran interrogante: ¡quién es la sexta persona? Siguió estudiando la escena del crimen, cuando lo interrumpió un mensaje en la radio.

— Paciente en ataque de furia, escapó del área de emergencias del Hospital de Nuestra Señora del Lunar. — Supuestamente, se encontraba contenido y amarrado a la cama, bajo sedación. Seis muertos del personal médico y enfermeros.

— Huye en dirección norte por la calle Rue Morgue. Peligroso. Se reporta que, al ser ingresado a emergencias, había dicho que estuvo secuestrado en la iglesia de los adoradores de Selene.

— Todas las unidades en alerta hasta su detención.