Día del Soltero
En algún momento de mi vida, llegué a pensar seriamente que me mantendría soltero para siempre. Me encantaba esa libertad que tenía para irme adonde yo quisiera sin que me detuviera ningún compromiso formal con nadie. Mis proyectos, mis decisiones, sobre todo después que egresé de la universidad, dependían solo de mis consideraciones, de mis posibilidades económicas y de mi tiempo. Jamás me planteé la soltería como una etapa de experimentación que luego me conduciría hacia la estabilidad con una mujer con la cual formaría una familia. No quería ningún compromiso de ese tipo.
Con mis hermanos.
Provengo de una familia numerosa, éramos nueve hermanos, seis hembras y tres varones, aunque hoy en día solo quedamos siete, y nací en un pequeño pueblo de provincia donde, en última instancia, los amigos se convierten también en parientes muy cercanos. Esos vínculos sagrados de amor fraternal que siempre han formado parte de mi vida constituían una ejemplar fortaleza para mantenerme alejado de las relaciones sentimentales que implicaran unas perdurables ataduras. Estaba convencido de que con tantas personas a mi alrededor que me demostraban sus sinceros afectos, no era necesario renunciar a mi independencia para establecer una relación, cuyos lazos quizás nunca llegarían a ser tan fuertes como los que ya formaban parte de mis querencias.
Sin embargo, el destino nos tiene guardadas sus sorpresas y un buen día conocí a una mujer maravillosa que desbarató mi empeño de pasar mi vida en la soltería; con ella formé una familia y todavía continuamos juntos, demostrándonos que el amor es eterno. Hoy en día, evaluando los pormenores de mi existencia durante esta última etapa, estoy consciente de que, si hubiese persistido en mi negación hacia los compromisos sentimentales formales, no hubiese probablemente alcanzado muchas de las metas que logré, y ni siquiera me hubiera esmerado en destacarme como el profesional del que ahora me siento muy orgulloso.
Con mi esposa e hijos.
En efecto, en mi caso particular, la vida de soltero, junto a la gratificante independencia, era además un derroche y un desorden sin ninguna proyección provechosa para el futuro; se erigía en el disfrute del aquí y el ahora, en el cumplimiento de las mínimas exigencias laborales y cotidianas, sin que intentase destacarme más allá de lo inmediato en ninguno de los ámbitos en que incursionaba.
Fue la familia, la responsabilidad con la esposa y con los hijos, lo que encauzó mis aspiraciones hacia un verdadero progreso. Pensando todo el tiempo en su bienestar, me preocupé por crecer intelectualmente, por la planificación económica con el fin de que ninguna contingencia nos acorralara y por ser, sobre todo, un buen padre y un buen esposo para que la armonía y las virtudes prevalecieran en nuestro hogar. Nada de eso, estoy seguro, hubiese sido posible en aquella disipada soltería.
Invito a los amigos:
@norat23,
@sol02 y
@fannyescobar
Nota: La imagen de portada fue extraída de la galería gratuita de Freepik; las que pertenecen al autor se tomaron con una cámara Sony, modelo: DSC-W180.
Saludos amigo, como todo la soltería es algo por la que todos los seres humanos pasamos y creo que es un tiempo que debe también disfrutarse, si bien es cierto te llego el amor y que bueno que tienes tu familia. Exitos amigo gracias por la invitación.
Todo tiene su tiempo y cada momento debemos disfrutarlo, lo que no es bueno es querer mantenernos eternamente dentro de una misma etapa... Gracias por su comentario, amiga. Saludos.
La soltería demostró que no era una sentencia de por vida, como dice la canción..."la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...".
Que bueno que la encontraste o te encontraron, uno nunca sabe. Cuando se crea una familia propia las perspectivas de vida de una soltería idealizada cambian por completo a un refugio de vida y de compromiso voluntario que le da sentido a nuestra existencia.
Gracias por compartir tus pensamientos e ideas.
¡Te deseo muchos éxitos!
La soltería es muy buena, no puede negarse; pero debemos asumirla como una etapa que, en algún momento, se terminará. Debe ser muy triste llegar a la vejez sin tener a nadie al lado que nos acompañe. Muchas gracias por sus excelentes comentarios, amigo. Saludos.