rv-experiencia // Dejar de lado el orgullo 😬

Ya hace un año que estoy en Brasil. Y es cierto, todos tenemos varias experiencias sobre nostalgia, felicidad, etc... Pero hoy no les contaré sobre nada de eso.

Quiero compartirles algo que me pasó un poco antes de hacer este viaje (de inmigrante). Desde entonces, casi no me atrevía a contar esta anécdota.. Porque como mencioné en el título: tuve que dejar de lado todo mi orgullo. Quizás a algunos yo les parezca exagerada o haya quién piense “yo nunca haría algo así”, pero en fin, así lo viví y sentí 😐.

_{Fotografía de mi propiedad / Edición en InShot}

Para darles contexto, en Venezuela trabajaba como mesonera en eventos (bodas, inauguraciones, etc.) y un día recibí una llamada para trabajar 3 días seguidos (de 9:00 am – 7:00 pm) en cierto hotel en el área de la piscina (No se imaginen nada turbio, ya había ido a trabajar allí como mesera muchas veces en el transcurso de 2 años).

Tengan en cuenta que me faltaba alrededor de mes y medio para la fecha de viaje; Y que necesitaba reunir más dinero.

Entonces, esa mañana me levanté temprano, alrededor de las 6:30 am. Desayuné, me di un baño y me coloqué mi respectivo uniforme (color negro). Ya sólo me faltaban los zapatos.

¿Cuáles me pongo hoy? Voy a estar todo el día parada, ¿Cómo voy aguantar el dolor de pies? — Pensé.

Yo tenía al menos unos 3 pares de deportivos negros (el único color que compraba jakskjsk). Pero, días atrás había hecho una limpieza en la habitación y encontré otro par que hacía bastante tiempo que no los usaba, y que además eran cómodos. ¿Adivina cuáles me puse? Sí, estás en lo correcto.

En fin, me fuí a trabajar *. Cuando llegué al hotel me presenté con mi jefe y di vueltas por el lugar. Pero, cuando faltaban solo 15 min para empezar mi turno, ¿Adivina qué pasó?

Pues, ambas suelas de los sapatos se despegaron completamente 😱. Ahí estaba yo: prácticamente en medias (que por cierto no eran del mismo color: una azul y la otra rosada).

*Nota: Quiero que conste que caminé alrededor de unas 3 o 4 calles para tomar el bus para ir al trabajo y no pasó nada 😐.

_{Fotografía de ese día del lugar}

Obviamente le notifiqué a mi jefe, quien estaba bastante ocupado. Él me respondió por teléfono que yo misma "solucionará". Pero luego me hizo saber que si me iba: perdería, no sólo ese día de trabajo, sino también los 2 siguientes, ya que contrataría a alguien más.

Tengan en cuenta que el pago era de 20$ (USD) el día, es decir un total 60$ (USD) por los tres días. Se acercaba la fecha límite, y no había recibido más ofertas de trabajo.

Intenté "solucionar", llamé, escribí, ví si alguien podía traerme un par de zapatos... pero nadie podía.

– En este punto sólo sentía desesperación –

Tampoco es cómo si pudiese detener el reloj del tiempo. Oré mucho a Jehová mi Dios, para tomar una buena decisión. Lo único que se me vino a la mente fué intentar amarrar mis zapatos con las trenzas (agujetas).

Así que, ahí estaba. Con los zapatos medio remendados, aunque eso no impedía que se notará el desastre). Apenas caminaba se lograba ver por el espacio que quedaba entre la suela y el zapato, mis medias impares.

No tengo palabras para describir la vergüenza que sentí. Solo deseaba que nadie me mirara los pies. Pero ¿Qué otra cosa podía hacer?

Me faltaba poco para salir del pais. Necesitaba ese dinero. Así que decidí concentrarme en que:

"Todo pasa.. incluso si hoy no estoy bien, mañana estaré mejor... y para entonces, ésto será solo un recuerdo" (M. Marielis)

Con la ayuda de Jehová, logré (por imposible que parezca) sonreír. Atendí con un rostro amable y una sonrisa genuina a los clientes. Pero claro, aún sentía muchísima vergüenza, sobre todo cuando alguien me preguntaba o se me quedaba mirando los pies.

¿Y cómo termino la historia? 🫠

Pues, ya al final de la jornada a eso de las 6:45 PM, se me acercó una señora (una clienta del hotel a quien había atendido en la mañana) y me preguntó que talla de zapatos yo era.

Toda apenada le respondí que no se preocupara porque yo tenía más zapatos en mi casa... "Sólo que estos estaban vencidos y no me dí cuenta". Pero ella siguió insistiendo. Luego regresó a eso de las 7:15 PM y me trajo unos deportivo negros. Me dijo que eran de ella pero solo los había usado una vez, y que quería darme los.

Esa señora amable, no se fué de ahí hasta que vió que yo me los puse (que por cierto me quedaban perfectos). Le agradezco bastante, pero no es algo que me enorgullece (no me gusta pedir limosna, aunque sea indirectamente).

_{Selfie de ese día}

Si llegaste a leer hasta esta parte, te pido disculpas si te aburrí. Pero, aún quiero que leas sólo un poco más.. no te vas arrepentir:

Ese día aprendí que el orgullo no lo es todo... Sé que hay personas que creen que el orgullo y la dignidad son lo mismo, pero yo pienso que:

“El orgullo viene de la opinión que tú crees que los demás deberían tener sobre ti; en cambio, la dignidad es lo que realmente llevas por dentro — la opinión que tú tienes sobre ti mismo.” (M. Marielis)

Ten en cuenta que puedes vivir siempre con dignidad, pero, cómo todos cometemos errores, de vez en cuando es necesario"tragarse el orgullo". Quizás pienses "¿Y por qué? ¿No era más fácil haberse ido?" Sí, era más fácil, pero y si se trata de una discusión con tu pareja o con un familiar muy querido ¿Entonces también vas a huir? ¿Vas a preferir fracturar una relación, quizás de años, por culpa de tu orgullo?

Esto ha sido todo por hoy, con cariño, Marielis 🫶🏻🌱

^{Todas las fotografías son de mi propiedad — Fueron tomadas con mi antiguo teléfono BLU G90 PRO}

También aprovecho la oportunidad, para invitar a participar en este buen concurso de experiencias vividas, organizando por @beautiful12, a @neyistar23, @bcgstrahm y @carmenyuv