Antigüedades Mágicas

En una tranquila tarde de verano, Fátima paseaba por una galería de antigüedades del barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires. Mientras curioseaba entre las tiendas de antigüedades mágicas, sus ojos se posaron en un juego de ajedrez encantado en una esquina polvorienta.
Las fichas le parecieron conocidas, pues eran de un personaje favorito de ella.

Las figuras del tablero parecían estar llenas de magia, cada una representando criaturas místicas y héroes de leyendas del mundo de Harry Potter . Fátima se acercó con asombro y notó que faltaban dos torres, un alfil y el rey.

El dueño de la tienda, un anciano con turbante y una sonrisa arrugada, se acercó con curiosidad. "¿Te ha llamado la atención, Fátima?" preguntó con amabilidad.

Fátima asintió emocionada. "Es hermoso. Estoy coleccionando este ajedrez y aún me faltan muchas fichas

Con la ayuda del anciano, Fátima buscó entre los rincones de la tienda hasta encontrar algunas piezas faltantes. Las dos torres estaban talladas con intrincados diseño de guerreros , mientras que el alfil tenía la forma de un guardia de arena. El rey, por su parte, era una figura majestuosa que emanaba una sensación de autoridad y sabiduría.

Con cada pieza encontrada, Fátima revivió recuerdos de las películas de su personaje favorito. Una vez que pagadas las fichas elegidas Fátima agradeció al anciano con una sonrisa radiante y llevó sus nuevas fichas de ajedrez a su hogar.

Fue un día mágico para ella, la alegría de poder ir completando su colección de figuras de ajedrez de Harry Potter era indescriptible.