Antes de empezar a añadir maquillaje a la piel, es necesario limpiar toda la superficie de nuestro rostro; para ello, utilicé agua micelar, un producto que nunca falta en mi Kit, ya que arranca la suciedad suavemente y no daña la piel. Coloqué unas gotas en un algodón desmaquillante y lo pasé en mi rostro dando pequeños toques, ya que así absorbe el sebo y la suciedad acumulada que siempre se tiene en la piel: es lo natural.

_{Limpiar el rostro con agua micelar. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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Al comprobar que nuestro rostro está limpio, el siguiente paso es colocar un producto que nos hidrate la piel. Puede ser cualquier crema que no tenga fragancia y que no sea extremadamente pastosa. La manera correcta de aplicarla es dando pequeños masajes en el rostro, con delicadeza, para que sea correctamente absorbido por nuestros poros. Se empieza desde el centro de la cara y se expande hacia las zonas externas. En caso de usar algo más líquido, es necesario dar puntadas en la piel para que logre entrar en los poros. Luego de estos dos pasos simples, ya se notará una mejora en nuestra piel sin necesidad de llevar maquillaje.

_{Hidratación y masaje. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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Una vez tengamos el rostro limpio e hidratado, se puede empezar a utilizar maquillaje. Con un pincel muy pequeño, plano y angular, agarré un poco de pomada marrón húmeda y tracé pequeños pelitos en la parte exterior de mi ceja, lugar donde sé que me falta algo de definición. Luego de esto, mojé un cepillo de cejas con fijador de maquillaje y las peiné hacia arriba para que se quedaran fijas en su posición. Me gustó mucho el resultado de mis cejas; me gusta mucho el estilo «orgánico» o incluso completamente natural en la ceja. En caso de haber manchado alguna zona externa de la ceja, se puede retirar con un hisopo y agua micelar.

_{Rellenar los espacios vacíos en las cejas. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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Después de que nuestras cejas estén listas, se puede proceder a aplicar el corrector. El corrector es la herramienta estrella de este estilo de maquillaje, pero se debe aplicar con mucha discreción.

Primeramente, se utiliza un corrector que contrarreste el color de nuestra ojera. En mi caso, mi ojera es morada-gris, por lo que un tono cálido sirve bien para cubrirla. Por ello, utilizo un tono amarillo quemado en la parte baja de mis ojos, difuminándolo con mis dedos. ¿Por qué con mis dedos? Los dedos son mi primera opción para difuminar porque el calor de las yemas de los dedos ayuda a que el maquillaje se mimetice muy bien en la piel. El resultado de utilizar un corrector adecuado para mis ojeras es simplemente genial.

_{Corregir el tono grisáceo de la ojera. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

El mismo corrector amarillo también puede ser útil para cubrir acné o pequeños granos del rostro, ya que tiene alta cobertura y el tono es perfecto para mi piel, que tiene un subtono muy amarillo. Para corregir estos pequeños puntos rojos, tomo el aplicador y coloco una cantidad muy pequeña, palpándola con el dedo meñique para que se quede totalmente fija. El truco es no esparcirlo para que no se pierda el efecto de cubrimiento.

_{Cubrir manchas y acné con corrector amarillo. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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Una vez se ha completado el proceso de cubrir imperfecciones con el corrector amarillo, se puede proceder a dar luz. Son dos procesos diferentes, siendo este segundo el más resaltado en la historia del maquillaje. Para lograr el efecto de iluminación, se utiliza un color opuesto al que utilizamos en la ojera, es decir, algo frío. Utilizo un corrector grisáceo claro; lo coloco en muy pequeñita cantidad bajo los ojos y en el centro de la nariz, difuminándolo igualmente con los dedos.

_{Iluminar las zonas altas del rostro con corrector grisáceo o frío. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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Estamos cerca del final. Para darle un poco de vida al rostro es importante llevar rubor, detalle que hace ver al rostro dulce y lleno de vida. Para este paso, utilizo un rubor en crema en cantidad muy disimulada, aplicándolo en la zona alta de la mejilla, como está de tendencia últimamente. Se difumina con el dedo de forma recta, para mantener la vista de un rostro alargado, justo debajo del corrector que colocamos previamente.

_{Colocar rubor en crema con los dedos. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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En un maquillaje no puede faltar el labial; sin embargo, el labial siempre grita MAQUILLAJE. Hay formas de evitar esto. Esta técnica la he ideado por mi cuenta. Tomé un labial cremoso en barra en muy pequeña cantidad y la apliqué en el medio de mis labios, difuminándolo suavemente con los dedos. Esto hace que los labios no se vean de color pálido, pero sólo funciona con labiales que sean realmente cremosos, ya que de otra manera se pueden manchar y queda muy mal.

_{Colocar un toque de labial cremoso y difuminarlo sin definición. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

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Luego de un proceso bastante largo de explicación, nuestro maquillaje invisible está listo; fácilmente se puede pensar que no llevo nada de nada. Las fotos están libres de edición y se tomaron con la luz del sol, así que creo que pasó la prueba.

_{Resultado final. Fotografía de mi propiedad hecha en Canva.}

Este maquillaje es cómodo, no pesa en la piel y funciona para ir a trabajar o ir a la universidad. A mí me gusta especialmente para esta última actividad, ya que resalta la belleza sin resultar muy dramático para la ocasión.

_{Fotos sin edición. Collage hecho en Picsart de mi propiedad.}

Como les conté en un inicio, hice este maquillaje para tomarme mi foto de perfil para la plataforma universitaria, y el resultado me encantó, ya que no se sabe que estoy maquillada. Definitivamente esto es lo mejor de este maquillaje.

_{La foto con la que me identificarán en la universidad. Fotografía de mi propiedad.}

Las animo a intentarlo y compartir su resultado en Steemit, ¡formemos una comunidad de belleza fuerte!