"Una imagen, una historia"
Recuerdo aquellos días con papá como si hubiese sido ayer, mis primeros pasos corriendo a su lado, cuanto amor tenía por correr, involucró a toda la familia, pero mis hermanos preferían estar pegados al celular, solo a mi me contagió su amor por correr, porque mamá se ocupaba mucho en casa y siempre estaba cansada para correr.
Nos levantábamos muy temprano, y le dábamos varias vueltas a la cuadra de la casa, luego llegábamos felices a desayunar, finalmente él se iba al trabajo y yo a la escuela, él se emocionó demasiado cuando me eligieron para el equipo de atletismo, prácticamente tenía dos entrenadores, el del equipo y mi papá.
Papá me acompañó desde el principio a cada practica y a cada competencia, era mi mayor fan, era el entrenador mas amoroso y el más emocionado cuando lograba mis marcas, él empezó a llenar toda una pared de casa con mis logros en el atletismo, siempre estaba poniéndose al día con técnicas de entrenamiento, con tips de alimentación, en fin, él buscaba lo mejor para mi y su sueño era verme llegar a las olimpiadas.

Han sido muchos años de esfuerzo y sacrificios, lo he hecho todo por él y por mí, llegar no ha sido fácil sin él, estoy a minutos de correr la carrera de mi vida, su sueño se ha hecho realidad, cuando den la partida se que él estará observándome y estoy seguro que me espera con un abrazo al cruzar la meta, orgulloso como siempre, y aquí estoy, tres, dos, uno…partida.
Me desperté del susto, había tenido el sueño mas hermoso y mas triste a la vez, salí corriendo a buscar a papá, lo abracé, las lagrimas corrían por mi mejilla, él asombrado no sabía que pasaba, hasta que por fin le dije, que no quería volver a correr, que ya no entrenáramos más, él más sorprendido aún, se sentó junto a mi y me pidió que le contara que sucedía, insistió tanto que le conté mi sueño.
Una mañana mientras me acompañabas a entrenar, tú en la bici y yo corriendo, un conductor en estado de ebriedad te embistió y se dio a la fuga, la ayuda tardó demasiado y llegaste sin vida al hospital, yo no quería seguir corriendo, pero mamá insistió que lo hiciera por los dos, y aunque correr me ayudó a superar lo ocurrido, tu ausencia me dolió toda la vida.
Papá, si mi amor por correr te lleva a la muerte, no quiero correr más, porque yo no quiero llegar a las olimpiadas sin ti.
Hijo, solo ha sido un sueño, no siempre se cumplen, puede ser una advertencia para que nos cuidemos cuando salgamos a la calle, vamos a quedarnos con la parte maravillosa de tu sueño y es verte en las olimpiadas, además recuerda que un día todos vamos a morir, pero mientras tengamos vida podemos hacer lo posible por cumplir nuestros sueños, ahora ve a darte un baño para salir a entrenar.
Cada día escribimos nuestra historia, las decisiones que tomamos, los riegos, el esfuerzo, la constancia, juntos nos llevan al lugar en el que queremos estar, y hoy estoy aquí recibiendo mi medalla de oro en las olimpiadas de Tokio y mi papá me observa desde lo alto de las gradas del estadio olímpico, el mas orgulloso y feliz padre, mi papá.

Esta es mi participación en el concurso de la amiga @franyeligonzalez, quien nos invita a crear a partir de la imagen dada, anímate a participar, acá te dejo el enlace
Invito a los amigos @esthersanchez, @dulcem05 y @elider11
Gracias por leerme, te deseo salud y bienestar; además de éxito en todos tus proyectos de vida.

Hola amiga gracias por la invitación. Con tu historia recordé cuando pequeña andaba detrás de los pasos de mi padre. Que tiempo tan gratos. Saludos
Así pasa trágicos momentos de la vida que nos enseña que no debemos detener nuestras metas por muy dolorosas que sean ,hay que homenajear esos momentos que se viven con nuestros padres o entrenadores, porque detrás de estás medallas hay mucha gente involucrada
Saludos