Lo que mal comienza, mal termina. Estos chicos quisieron tomar atajos académicos, y se confiaron de una persona tramposa que ofreció robar un examen para luego resolverlo antes de la aplicación del mismo y aprobar la materia. Estoy segura de que si el profesor los hubiese descubierto, no solo hubiesen perdido los 20$ que le dieron a Pedro, sino también la confianza que el profesor les tenía a ellos.
Me encantó leerte. Saludos.
Gracias por tu apoyo. Me alegro que te encantara mi cuento.