Bueno, para comenzar esta historia tenemos que remontarnos a los años de Simón Bolívar, por ahí por los 2006, antes de eso ya existía la sucursal de Traki acá en la Ciudad de El Tigre pero nada relevante, era de un palo piso.

Pero en el 2006 ocurrió el boom, modernizaron un poco este campo. Resulta que inauguraron dos pisos más en TRAKI y por si fuera poco, colocaron las escaleras eléctricas. No lo podía creer, ya la época del yugo Español estaba llegando a su fin, parecía ser.

Éramos mi abuela, mamá, mi hermana (@raquelsiso1) y yo comprando la decoración para navidad. Recuerdo perfectamente que queríamos subir al segundo piso y mi hermana se quería quedar en las escaleras jugando. Y por cosas del destinó mi mamá decidió dejarla jugar ahí mientras nosotras estábamos buscando lo que necesitábamos.

Esa libertad fue suficiente para que tan pronto, volviéramos a buscarla en dónde la dejamos no estuviera. Que pasaría dentro de la mente de mi hermana? Sé sintió atraída por todo lo que había o era una jugada mas para asistar a todos? Y digo a todos porque mi mamá de inmediato se dirigió a los vigilantes.

Mi mamá les pregunto ¿Han visto a una niña morena con cabello largo, trenzas y lentes? A mí que ellos responden:

Pfff, nos subió y nos bajo todo, queríamos estar seguros primero de que estaba ahí adentro antes de salir, por ende buscamos y buscamos, hasta que aproximadamente 30 minutos exhaustivos se búsqueda, estrés y dolor de cabeza valieron la pena.

Raquel viendo ropa de hombres estaba muy atenta como para darse cuenta del problema. Lo bueno es que ya mi hermana estaba a salvó y yo aprendí una gran lección: