Hace días tenía la intención de compartir estas bellas fotografías familiares tomadas el Miércoles 8 de Enero en nuestra última reunión familiar celebrada en las instalaciones de Campo's Pasteur.

Mi familia vino unos días y estuve a full atendiendoles, enseñándoles a manejar automóvil a mi hermana y mis sobrinos, comiendo Rico y bañándonos en piletas para aplacar el calor 🫠 🥵 de este verano que no juegan.

Kame hame haaa! Es una técnica de combate ficticia pero que trascendió en los corazones de los veedores del anime japonés Dragón ball y mis hijos, sobrinos y nosotros los adultos responsables también lo usamos para todo lo que se nos ocurre.

Recuerdo que ese miércoles fue el último día que nos reunimos, yo igual tenía que trabajar pero hice las diligencias pertinentes para que ese día fuese hermoso y pudiésemos juntarnos como familia.

Estos niños que ven felices en las fotos son mis hijos, mis sobrinos, que en una etapa de sus vidas crecieron juntos pero las distancias producto de esta violenta migración que azotó a los venezolanos, nos vimos obligados a segregarnos por la faz de la tierra y separarnos de la familia.

Cada que se logra un encuentro esto es glorioso, tiene un sabor a esperanza, a agradecimiento y alegría pura.

En la siguiente fotografía estamos mi hermana @yrmaleza, mi esposo y yo disfrutando también un rato de la pileta que estaba espectacular.

Las fotografías no las tomé yo, son cortesía de mi sobrina @natyart que se esforzó por capturar momentos hermosos en breve.

Aunque no nos veamos casi nunca, teníamos más de dos años sin reunirnos, el amor es puro y se acrecienta con el tiempo y ver crecer a mis sobrinos sanos, fuertes de mente y espíritu es algo que no tiene precio.

Mis hermanos y sus parejas lo están haciendo bien como padres pues han sembrando la semilla de fé en sus corazones y son jóvenes y niños temerosos de Dios, apartados del mal en un mundo feroz.

Pedro Santiago mi hijo se sintió pleno al volver a compartir con sus primos contemporáneos y sentir que aunque estamos tan lejos de ellos, el cariño sigue intacto.

Un Kame Game ha representa para nosotros una batalla constante en el combate de la vida. Nosotros peleamos una batalla de fé cada día, y aunque a simple vista no es perceptible, realmente la batalla es muy espiritual, mis hijos lo saben, ellos están claros que cada día nos enfrentamos a situaciones en dónde se compromete nuestra relación con Dios e integridad; pero si permanecemos en Cristo y sus palabras en nosotros siendo obedientes, tendremos la victoria en él.

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Fotografías tomadas por mí sobrina @natyart cortesía y exclusivas para steemit.

@graceleon