Había una vez ¡espera! ¿Qué crees? ¿Podéis aguantar esta historia?, no es una historia cualquiera; ésta historia podría traumarte de por vida como también te podría aburrir.

La historia transcurre en el 2028 exactamente el 15 de Octubre, 5 días después de mi cumpleaños, un día antes de un partido importante, porque estaría en ese partido un caza talento. Yo estaba muy nervioso, un compañero trato de animarme, pero no me sirvió mucho pues estaba demasiado nervioso y con el presentimiento de que algo muy malo, incluso catastrófico iba a pasar y no estaba equivocado.

_{Fotografía de @elyayo editada en canva}

Al día siguiente en el partido estaba en el minuto 12 con 24 segundos; yo me encontraba jugando regular, muy normal pero tenía que esforzarme más me dije a mi mismo; en ese momento el equipo rival tenía la pelota.

Un chico cabello negro, ojos marrones, parecía un poco flaco, estatura promedio; no parecía muy especial pensé, el chico intento regatearme pero no se lo iba permitir, estuvimos luchando por la posesión de la pelota; mi hombro chocó contra el de él, a la vez que le pegaba un codazo en el pecho y me apoderé de la posesión.

Unos segundos después el chico cayó al suelo; pasó un minuto después y nada que se levantaba. Todos nos empezamos a preocupar, el entrenador trato de despertarlo pero nada lo hizo despertar.
Hicieron de todo, para que se parase y cuando el árbitro le reviso el pulso, al momento dijo: ¡llamen a una ambulancia rápido!

Le empezaron a ser RCP mientras llegaba la ambulancia y cuando llegó, lo sacaron en camilla. Algunos lloraron y hubo uno que me echó la culpa; después suspendieron el partido.

Estuve toda la tarde y noche pensando asustado, reflexionando si yo lo mate o no. Ya más tarde en la noche mientras entrenaba un poco a mi hermano como casi siempre, me llegó el mensaje al grupo del equipo que el chico había muerto; sin embargo no se sabía la causa todavía en ese momento.

Sonó mi teléfono, era un mensaje de la directiva en donde decía que fuera mañana a las diecinueve a la cancha para hablar.
Al otro día a las diecinueve siendo ya, de una noche invernal no llegaba nadie; además había mucho frio y eso que me gusta el frío; pero ese día había demasiado, prefería estar en mi casa durmiendo sinceramente. No quería hablar, en eso pensé susurrando: ¿por qué no llega nadie?

Era como si esas palabras invocaran la muerte; en ese momento llego un auto blanco se estaciono rápido y se bajó una mujer pelo negro, ojos marones complexión delgada, vestía con zapatillas Nike, jean azul y buzo blanco; en ese momento comenzó a caminar hacia mí, sacó un arma de su bolsillo y disparó una vez pero afortunadamente erro el disparo.

Yo empecé acorrer como nunca había corrido en mi vida; la mujer disparó 9 veces más y en una de esas nueve, logró darme en la pierna derecha. Grité de dolor, cuando miré para atrás con mis ojos llenos de lágrimas vi a la mujer loca y psicópata corriendo hacia mi con un cuchillo lleno de sangre.
A mis ojos le invadió el terror, ella corrió a mi dirección y traté desesperadamente escapar pero fue inútil, el dolor fue demasiado intenso para mí, no podía levantarme; pero cuando estaba a un metro más o menos de mí llegó un policía y le dijo que soltara el arma.

La mujer lo soltó aparentemente rindiéndose momentáneamente; pero cuando el policía iba arrestarla, la asesina sacó otro cuchillo de su pantalón y al policía lo apuñaló 3 veces. El policía cayó al suelo sollozando de dolor, ella se acercó y pude ver en sus ojos llenos de tristeza ojeras además de rojos, parecía querer matarme a golpes.

Cerré los ojos ore a Dios y le agradecí por todo lo que me dio y finalmente acepté mi muerte; pero en vez de sentir golpes, escuché disparos y cuando abrí los ojos vi a la loca a mi costado y cuando mira al frente vi al policía sonriéndome con su pecho todo lleno de sangre junto con su arma a su costado y con esa imagen de muerte me desmayé del dolor.

Cuando desperté, estaba en un hospital en donde pasé los siguientes días por la bala en mi pierna; además querían monitorear de cerca mi estado mental por todo lo ocurrido.

Descubrieron que la que me quiso matar era la mama del chico que murió accidentalmente en la cancha. Y así pasaron los días entre exámenes psicológicos y visitas.

Transcurrió una semana y la última noche que estaría en el hospital vi a Juana la que me intentó matar en la esquina llorando con la ropa llena de sangre murmurando algo y cuando me levanté de la cama para acercarme, levantó la cabeza, dejó de llorar y me dio una sonrisa macabra.

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Fin

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Autor: Pedro Santiago Bastida Alvarado
Tarea de la materia Práctica de Lenguaje
2º Año de Secundario Mario Moreno en Pasteur partido de Lincoln Provincia de Buenos Aires- Argentina.
Género literario: Cuento de terror
Fotografías exclusivas. @elyayo