Una imagen, mil historias - Semana 13

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Esta fotografía fue tomada el 17 de julio de 2009. En ella se encuentra mi esposa cargando, con inconmensurable ternura, a Lucía Valentina, nuestra primera nieta. Había llegado a este mundo el día anterior en un centro de salud relativamente cercano a nuestra residencia, pero tan pronto les dieron el alta las llevamos a casa para prodigarles los máximos cuidados, tanto a la madre como a la recién nacida. La imagen fue captada por mí con una cámara que habíamos adquirido unos años antes, cuando los teléfonos móviles no contaban todavía con la exorbitante cantidad de megapíxeles que tienen en la actualidad.

Eran unos momentos muy emotivos, son indescriptibles esos sentimientos especiales que nos hacen sentir abuelos. Siempre escuchamos decir que a los nietos se quieren de una manera diferente al amor que se les profesa a los hijos; sin embargo, eso solo se puede entender cuando en verdad lo experimentamos, cuando observamos e interactuamos con esos pequeños niños que descienden también de nosotros.

Puede ser la experiencia que dejan los años, el orgullo de vernos perpetuados por esos chiquillos que vienen a ampliar la familia o cualquier otra inexplicable razón, pero lo cierto es que los nietos nos sumergen en una dimensión de cariño y de candor que nunca antes habíamos vivido. Todo eso palpitaba en mi alma en esos instantes en que tomé la fotografía. Yo, que nunca me he caracterizado por utilizar la cámara con frecuencia, la busqué muy rápido para eternizar a mi esposa en esa arrobada actitud con la preciosa hija de nuestra hija.

El 16 de este mes, Lucía Valentina cumplirá 16 años: ¡cómo pasa el tiempo! La felicitaremos, otra vez, desde la distancia, porque debió emigrar, junto a sus padres, por supuesto, hacia un país extranjero; en el 2018 partieron hacia Argentina dejándonos un vacío que medianamente lo remedian los avanzados medios de comunicación con los que contamos hoy en día. Sin embargo, con esta imagen no deseo recordar momentos tristes, sino la dichosa satisfacción que nos trajo nuestra primera nieta, la inigualable sensación de sentirnos abuelos; además de rendirle un homenaje en estas cercanas fechas a su décimo sexto cumpleaños.

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Nota: En 2015 nació Diego Alejandro, el segundo y, hasta ahora, último nieto, un niño encantador al que amamos con el mismo fervor que a su hermana; pero esta publicación, por ser el mes de su cumpleaños, está dedicada a ella.

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Invito a los amigos:
@damisvilladiego,
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@eglis

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_{La imagen principal de la publicación fue tomada con una cámara Sony, modelo: DSC-W180.}