A las afueras con el león...

Estaba en camino hacia ese gran lugar que me hacía palpitar el corazón con tan solo pensar en él. Mi emoción era incontrolable, sonreía desde el avión imaginándome correr con los animales salvajes que me acompañaron en algún momento de mi infancia...

Imagen generada con inteligencia artificial...

Fui desde muy chico con mi madre al África, llegamos a Ruanda un país que sufrió los embates del genocidio que duró 100 días y donde murieron 800 mil personas, ataque étnico que se produjo en 1994 por los hutu hacia los tutsi... Mientras mi mamá se encargaba de conocer mejor la historia que marcó a todo una región yo estaba con la nana en el hostal de hospedaje, allí se acercaban muchos animales salvajes, alucinaba con los elefantes y las jirafas ya que podía tener un contacto cercano con ellos... Debajo de un árbol cerca de la casa había un León cachorro, tenía una oreja por la mitad como si otro animal se la hubiese arrancado con sus garras, me conmovió tanto que lo tomé y lo llevé al patio de la casa para sanarlo, salía en las noches sin que nadie se diera cuenta para alimentarlo... Pasamos grandes momentos... El cachorro se portó tan amoroso conmigo y yo con él que al poco tiempo formamos una linda amistad...

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Pasé dos meses felices en Ruanda, nunca había sentido tanto amor por alguien... Cuando tocó irnos, me despedí del león a llanto y fui para liberarlo donde lo encontré...

Estando en el avión me acordé de todos esos momentos hermosos, no podía creer que volvería al lugar donde alguna vez fui feliz y esta vez sería para siempre... Pues estudié para ser veterinario y elegí Ruanda para ejercer mi carrera...

Llegando al refugio de animales donde iba a prestar mis servicios, comencé a preguntar por un León grande que le faltase la mitad de una oreja, fui a varios refugios cerca del lugar de hospedaje donde nos quedamos aquella vez mi mamá, la nana y yo; varios me pudieron informar acerca de un león con la misma características que yo les describía, pero lo que me decían no era nada alentador... Todos me contaban que el león era el más peligroso del lugar y que ya había matado a varias personas que casaban en el parque Akagera, pues lo buscaban para matarlo.... Lloré tanto, que la alegría que tenía se transformó en tristeza...

Llegó lo inesperado...

Una vez caminando de noche por aquel lugar donde encontré al cachorrito, avisté unos ojos brillantes que me miraban fijamente, no podía creer lo que estaba mirando, era un gran león con un pelaje muy hermoso, me quedé paralizado, este se acercaba a mí lentamente...

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Estando el león aun más cerca me pude percatar que le faltaba la mitad de una oreja, lloré de la emoción, pero también sentí gran miedo, pues ya mi cuerpo lo veía allí despedazado... No podía moverme, el león se me acercaba cada vez más y de repente, este se me aventó encima para atacarme... Yo luchaba sin descanso, pero llegó un momento que ya no podía resistirme más y me rendí, en el momento que me iba a clavar sus colmillos, se me quedó mirando fijamente y comenzó a olerme, yo estaba desconcertado, me empezó a lamber la cara, su emoción se comenzaba a sentir, al ver su gran ternura lo abracé fuertemente...

Una vez que se nos pasó toda esta efervescencia aproveché y le inyecté un medicamento que llevaba en el bolso para dormir a los animales violentos...Se durmió, llamé al refugió y lo metimos en el camión de la organización...

Estaba consternado, pero a la vez lleno de alegría... Nunca pensé que le iba salvar la vida a mi mejor amigo y a la vez a otras personas, que aunque hacen mal al cazar animales en el parque, no se merecían morir tan terriblemente en las garras de un león... Ahora los dos nos acompañamos mutuamente con un amor que jamás se extinguirá...

Imagen generada con inteligencia artificial...

Historia inspirada en este hermoso vídeo...

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