Deoooossss, ¡Qué pregunta!

Justo ahora, que son las 9 de la noche y voy llegando de hacer delivery, esta pregunta me da espacio para desintoxicarme de las cosas que me gustaría decirle al presidente Trump sin ser deportado, jajaja.

¡Vainas Negras! Ese momento estaría de lujo. Pero para no andar por las ramas, después de carraspear mi garganta y ponerme de pie, ojearía toda la sala concurrida de periodistas y ministros de su gabinete, y con voz de trompeta (esa que avisa que algo viene) le diría:

Señor Trump, usted es hijo de inmigrantes, ¿cierto?

Su familia vino aquí buscando oportunidades, al igual que los venezolanos y otros inmigrantes que hoy están siendo deportados en masa, o están siendo llevados a cárceles como si todos fueran delincuentes. La gran diferencia es que a nosotros se nos cierran las puertas, mientras que su familia pudo prosperar.

¿Cómo se justifica castigar a quienes solo quieren trabajar y contribuir, cuando la historia de su propio éxito se basa en el mismo principio?

Me gustaría, además, ponerle un ejemplo concreto: si empresarios, trabajadores de la construcción, médicos e ingenieros venezolanos están levantando día a día la economía de EE.UU. con trabajo y esfuerzo, y reciben a cambio su política que no solo es inhumana, sino también un desperdicio de talento y esfuerzo.

Y si veo que quiere irse por la tangente, le recordaría que, en su gobierno, también contrató inmigrantes para construir sus hoteles y sus clubes. Así que… ¿Cuál es la doble moral aquí?

Cualquier cosa, solo les pido que me vayan a visitar a donde quiera que me envíe, jajaja.