¡Hola, @wendyalexa! Yo llevo la cuenta de los peluditos (perros y gatos), de los conejos, morrocoyes, aves, y del par de monos que hemos tenido en casa. Ha sido un reto, porque mi mamá al principio fue muy reácida con la tenencia de animales, pero con el paso del tiempo, se fue acostumbrando, y ahora hasta está pendiente de sus cosas.

En lo particular, mi Greykha fue un caso muy sentido en casa, ella nos cuidaba y protegía como una fiera, si se acercaba un extraño, atacaba de inmediato, pero al mismo tiempo obedecía nuestras órdenes. Se nos caía algún objeto y ella lo buscaba y recogía. Cuando me enfermé, ella con el calor de su cuerpo, me aliviaba el dolor en la zona afectada con un tumor cancerígeno... y fíjate, al tiempo quien murió de cáncer fue ella, pero hasta que no fui a despedirme, no se fue de este mundo.

Tuve que regalarla cuado mi enfermedad me impidió atenderla. El día que se la entregué al mismo chamo que me la vendió, ella chillaba horriblemente en la puerta de la casa y se paraba en 2 patas, como pidiendo que la ayudáramos. Recuerdo eso, y se me parte el alma en mil pedazos.

Ahora le pido a Dios todos los días que cuando me toque ausentarme de este plano espiritual, le permita a mis mascotas fallecidas, que me vengan a acompañar en ese tránsito de un plano a otro. Y tengo fe de que Diosito Lindo, me lo va a permitir.

Hoy en día, consentimos mucho a nuestra "Galilea", ella no es de raza, pero para nosotros vale todo el oro del mundo. Es super inteligente, amorosa y protectora. ¡La amamos! Es nuestra reina consentida para todos en nuestro hogar, que también es su hogar.

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