Mi día comienza con mi devocional de oración, en el que puedo dar gracias a Dios por un nuevo día y pedirle que nos lleve bajo su cuidado y bendiciones a la ciudad de Puerto La Cruz, pues hoy mi esposa debe realizarse un examen de retina, para iniciar el tratamiento que le permitirá recuperar totalmente su capacidad visual.

Luego de la oración, nos alistamos y vamos en busca de mi hija mayor, quien conducirá mi carro hasta la clínica donde mi esposa debe realizarse el examen de retina.

El tiempo de viaje es de casi 2 horas, así que salimos a las 6:30 am para estar entre los primeros pacientes.

Llegamos a las 8:20 am a Puerto La Cruz y el doctor ya estaba en la clínica y nosotros éramos el número dos en la consulta, lo que nos permitió salir temprano y luego fuimos a visitar algunas tiendas de ropa y zapatos, ya que pudimos llegar a una tienda llamada «Mango Bajito».

Entramos en la tienda y era un lugar donde podías encontrar todo lo relacionado con el hogar, lo que nos permitió pasear por la tienda que era muy grande y tenía tres plantas.

Me quedé asombrado con una pared enorme que tenía un montón de vasos de diferentes tamaños y se veían muy impresionantes.

Pasamos cerca de dos horas en esa tienda, pero, realmente no llegamos a recorrer toda la tienda porque era muy grande.

Compramos algunas cosas para la casa y me quedé con la impresión de la pared adornada con vasos.

Salimos de la tienda alrededor de la 1 pm y nos dirigimos a otro lugar donde pudimos almorzar y regresar a nuestro pueblo de Cantaura con la intención de descansar e iniciar el tratamiento para mi esposa, que consiste en láser e inyecciones en la retina de ambos ojos, el cual es un tratamiento muy costoso que requiere de muchos sacrificios, pero que le permita a mi esposa recuperar su plena capacidad visual.

Que Dios nos provea en medio de esta circunstancia en el nombre de Jesús. Amén.