El valor de un libro

Luego de un reciente acontecimiento que me dejó los pelos de punta, supe que debía opinar al respecto. Los libros no son sólo páginas rellenas de letras; son el fruto de una persona que ha puesto una parte de sí en la hoja a través del lenguaje artístico.

Personalmente, como escritora por pasión desde hace muchos años, puedo entender muy bien el esfuerzo que conlleva escribir contenido, ya sean novelas, artículos o guiones para películas, series e, incluso, videojuegos.

La escritura no es un arte fácil. Para conseguir un producto conciso y, se necesita estudio, dedicación y práctica.

_{Un libro adquirido hace poco tiempo.}

En las hojas de un libro se encuentran el sudor y la sangre del escritor. Dentro de las páginas de una novela yace un pedazo del alma de la persona que ha puesto su todo en unas cientos de miles de palabras, que ha compartido su dolor, sus alegrías, sus pasiones y, sobretodo, una parte de su forma de interpretar el mágico mundo que nos rodea.

La persona que escribe requiere tiempo. Una novela, en promedio, suponiendo que se dedica constantemente a ello, puede montarse en un año. Un año sentado frente a un escritorio intentando conseguir una perfección muy alejada.

La persona que escribe requiere estudio. La verdad, es complicado saber si se tiene la información necesaria para abarcar un tema, porque hay demasiadas cosas desconocidas que por momentos no están al alcance de nosotros. Sin embargo, es trabajo del escritor manejar su desconocimiento y convertirlo en algo fantástico. Además, se necesita bañarse constantemente en lectura; leer para escribir es fundamental. Leer para buscar estilos, metáforas, formas, imágenes, recursos; imitar para tejer un estilo propio que poco a poco empieza a relucir por sí mismo.

_{Un banner de mi primer libro escrito.}

Los libros tienen a su escritor dentro; cuando tomas una obra literaria entre tus manos, sabes que alguien en particular la ha escrito, porque no hay dos estilos iguales. Incluso al copiar, es imposible lograrlo con exactitud, porque nadie comparte el mundo interior de otra persona: cada quien vive experiencias distintas que lo moldean de una forma irremediablemente original que se nota en cada gesto, palabra, expresión. Somos seres humanos y somos diferentes el uno del otro.

Por ello, un libro puede ser el todo de alguien. El escritor valora a su novela de una forma sin igual, ¿por qué? Porque dentro tiene horas de trabajo duro, de trasnocho, de estrés, de cansancio y de sueño; obstáculos superados y erradicados que se hacen visibles al momento que logras poner el punto final a la historia que te ha acompañado por tanto tiempo que ya es parte de ti.

_{Algunos libros de mi colección.}

Leer es una tarea noble. Estás observando el alma de una persona en las letras de una página que solía estar en blanco, pero que él llenó consigo mismo. Por eso amo leer. Conozco y acaricio cosas, sucesos o sentimientos que posiblemente nunca conoceré, pero que el escritor me ha dado como regalo en su afán de contar historias.

Lo que hay dentro de un libro es invaluable.

A continuación comparto con ustedes una de las colecciones más preciosas de mi familia, ¡clásicos de más de 50 años de antigüedad!

_{Así lucen todas las portadas: minimalistas y elegantes.}

_{Cada capítulo enumerado de esta forma.}

_{Las hojas envejecidas, pero firmes, tienen cierto color amarillo.}

_{La portada contiene una foto del autor.}

Todas las fotos mostradas son de mi propiedad, Isabella Moreno, tomadas con mi celular iPhone X.

¡Muchas gracias por leer!