Corazón bello, no te escribí, porque el teléfono donde tengo al grupo del Departamento lo están reparando. Pero te mando un abrazo inmenso, cargado de buenas energías para ti, porque eres un ser humano excepcional, una súper mamá, una mano amiga en momentos duros, una sonrisa cálida que opaca las tristezas. Celebro tus 48 y cruzo mis dedos para que consolides todos tus proyectos. Un abrazote.
¡Gracias, querida amiga! Aún con la distancia (y los impedimentos tecnológicos) siento tu amor, tus deseos sinceros y ese abrazo inmenso que me envías. Besos y abrazos para ti. Te quiero mucho.