En los designios de Dios solo el tiene la última palabra aunque María Juana tenía el don de curar y sanar a las personas enfermas no pudo ayudar a su hijo pero era porque le había llegado el momento de ir a su encuentro con Dios y cuando eso sucede no hay nada que pueda detener esto
Vivió la impotencia de no poder usar su sabiduría. Muchas gracias por comentar.