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Una imagen, un poema #23: Los niños de mi barrio

Los niños de mi barrio no saben de zapatos,
sus pies descalzos corren sobre el asfalto,
ríen, gritan, saltan, van detrás de una pelota
que han hecho con tela, cartón, periódico y goma.

La bicicleta es de todos y se la prestan,
para hacer mandados e ir a la escuela.
Hacen patinetas con maderas rotas
y le ponen rueditas con rolineras viejas.

Si alguien llega con pan con queso,
cada uno pide un pedacito
y es que ninguno de ellos les da pena
cuando tienen mucho apetito.

Con sus caras sucias
de tierra o de grasa,
sonríen con todos los dientes
y la risa les ilumina la cara.

A veces se agarran entre ellos,
pero al rato vuelven a ser amigos,
porque no saben de enemistades
ni de renconres ni de enemigos.

Los niños de mi barrio
le podrá faltar comida,
pero jamás, nunca,
les faltará alegría.

HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS