Después de muuuuuuucho tiempo sin escribir en esta plataforma, es un gusto para mi volverlo a hacer, no sé si como una breve aparición, no sé si mi visita tarde un poco más de lo previsto, pero si estoy seguro de no podría ser en un lugar distinto a un concurso de escritura de mi querida amiga @solperez, menos si se trata de uno en el que se pudiese escribir un cuento, uno oscuro, denso y pesado, de los que me gustan a mí.

_{The shore (2014) del artista Luc Tuymans, tomada de www.alejandradeargos.com}

En el marco del Concurso de Arte y Escritura #135 de @VenezolanosSteem, a continuación les traigo un cuento corto, inspirado en la obra del artista plástico Akseli Gallen-Kallela y su cuadro El Fraticida de (1897), cuya vida y obra fue tan claramente narrada por nuestra amiga @solperez.

_Wikipedia

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_{imagen tomada de Pinterest}

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La Playa

El salitre y una brisa seca inundaba su paladar, mientras una gota fría, cortante como metal, atravesaba su caliente tez expuesta al rojizo fuego del cielo que le servía de techo, a esa hora la arena se asemejaba mas a brasas ardientes, que al limite entre el mar y su desolado rancho, sin embargo no sentía nada debajo de los pies, a pesar de arrastrar tan pesado lastre, ¿flotaba?, quizá el dolor del alma menguaba el dolor físico, quizá el infierno no se sienta o por el contrario el no sentir sea un infierno, quizá ya no esté entre vivos sino entre muertos y su compañía está mas viva que el mismo.

Todo había pasado con tanta violencia y tan espectral velocidad, que el miserable pareciese haberlo vivido desde lejos, como dentro de una bruma que atrapaba todos sus sentidos, una densa manta que le cubrió de la cabeza a los pies, que se le metió por lo ojos, atravesó su cerebro, cual negra saeta le salió por la mano, en un rápido movimiento, ¿solo uno?, ¡no estoy seguro!, hay que dar mas de un golpe para desprender un hueso, para rasgar la carne, para borrar el recuerdo.

—No te preocupes ya estamos juntos amor, ¡en nuestra playa!, ven conmigo; sigue a mi lado, no te quedes atrás, pronto seremos uno de nuevo, ¡Ven yo te ayudo, no te quedes atrás!. —Se escuchaba la tétrica letanía, salida de los secos y agrietados labios del hombre con los ojos vacíos y perdidos en el horizonte, el mismo que arrastraba por la orilla su infortunio.

Nadie se atrevía a decir o hacer algo, a pesar de lo que en frente pasaba, pero: ¿qué puede hacerse?, ¿hay castigo peor?, ¿qué podía decir yo?, ¿le temía al machete que empuñaba en su diestra o a la verdad?

—¡José es tu hermano!, ¡Martha era tu cuñá, haz algo por Dios!, —Me gritó la vieja Inés. Pero mis pies estaban tiesos, mi sangre fría, mi boca con sabor a ajenjo y metal, quedé atrapado en la escena de mi hermano Pedro tendido en la sangrienta cama, con la vida y el pecho partido en dos, con la sorpresa en su mirada y el dolor del rictus terrible de una boca que no alcanzó a defenderse.

—¡Sí fue con tu hermano!. —Fue la confesión de infidelidad que Martha le hizo a Jesús, mi hermano, el mayor, el que llevaba el machete, el que ahora la arrastraba por la playa dejando un rastro de tristeza, muerte, sangre y la certeza de haber hecho justicia.

Pero no, ¡Jesús se equivocó de hermano!, para mi fortuna o para mi desgracia eterna.

Espero les haya gustado o entretenido mi cuento, tanto como los carnavales de Carúpano a @solperez, invito a mi amada @alanasteemit (aunque estoy seguro no necesita invitación) a participar de este interesante concurso, mientras yo disfruto de las distintas entradas de los participantes y de la grata compañia de esta hermosa comunidad

¡Nos seguimos leyendo!