Desde hace más de una década mi madre, mi hermana y yo vivimos en una pequeña casa ubicada en una zona nada agradable de mi ciudad natal. Esa casa ha sido modificada poco a poco pues mi madre está empeñada en hacerle mejoras, ampliaciones, reconstrucciones, en fin. Nunca deja de hacer planes de construcción. Creo que debió estudiar ingeniería o arquitectura.

A pesar de las ampliaciones, la casa es pequeña. O quizás ya no tanto. Pero lo es en comparación con el área donde no hay nada construido. A esa parte con frecuencia la llamamos patio y también le llamamos jardín. La dualidad reside en que forma una especie de L mal proporcionada de manera que lo que se supone es el jardín se une sin límite alguno con lo que pudiera ser un patio. En esa gran zona de nuestra casa, mi madre ha sembrado de todo. Y cuando digo de todo es por la variedad de cosas que he visto crecer ahí.

No sé cómo lo ha conseguido pues, a juzgar por el tipo de suelo, ahí no debería crecer ni hierbajos. Pero, ¿quién soy yo para decir qué puede germinar y qué no?

Hace unos años, en la época de escasez durante la que comprábamos masa de maíz, un tío nos regaló varios palitos de yuca. Mi madre sembró aquellos palos y pronto empezamos a ver las hojitas y luego fueron creciendo y de ahí sacamos yucas por montón. Volvió a sembrar los palos (nuevos palos, por supuesto) y volvió el ciclo una y otra y otra vez.

En esa época también sembró semillitas de tomate, de pimentón, de ají, de lechosa, de parchita… y todas germinaron y dieron hermosas plantitas que luego nos regalaron sus frutos.

Una amiga de mi madre le obsequió una matita de limón. Era pequeña. Recuerdo que no alcanzaba ni medio metro de altura. Mamá la sembró directo en el suelo y aquella planta llegó a alcanzar la altura de la casa. Cuando aún no era tan alta, mi madre le aplicó algunos remedios para que diera frutos porque, aunque era grande y muy frondosa, no aparecían los anhelados limones. No sé si fue el último de esos remedios o la combinación de todos lo que finalmente la hizo parir abundantes cargas de jugosos limones.