Inspirados por la fe

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Ante todo, quiero declarar que creo en Dios, aunque no soy un practicante activo de la religión católica, la misma que me inculcó mi madre desde que tuve uso de razón. De todas maneras, asisto a misa de vez en cuando y respeto, a mi modo, los diferentes ritos y actividades que contempla esta antiquísima doctrina que nos legaron los españoles. Sin embargo, siempre intento alejarme de esos creyentes que se empecinan en inculcarles a los demás los prodigios de sus dogmas, huyo de esas personas que de lo único que saben hablar es de Cristo y nunca han leído otro libro que no sea la Biblia.

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Predicando... / F

No sé por qué, pero me parecen sospechosas esas vehemencias religiosas que se pregonan a los cuatro vientos y se empeñan en convencerte de que, si no te adhieres a su doctrina, estarás irremediablemente perdido de la senda del bien. Debe ser porque considero que la comunión con Dios es un acto que se lleva a cabo desde la fervorosa intimidad de un alma que desea su cercanía y que la fe representa una milagrosa energía que no se alcanza tan fácilmente. Más de una vez, el mismísimo Jesús buscaba la soledad para orar al padre y en diferentes ocasiones reprendió a los discípulos por su falta de fe; es decir, teniendo al Redentor tan cerca hasta a ellos les costaba investirse de tales poderes.

Debido a las reticencias hacia esos individuos que pretenden de manera obcecada inculcarte los episodios bíblicos, o su interpretación de la palabra de Dios, es que, en lo referente a las canciones cuya temática está centrada en la fe, prefiero las que no se ciñen de manera literal al texto sagrado; me gustan las que recrean, desde una perspectiva muy personal y poética, los preceptos amorosos y éticos que se desprenden de las enseñanzas cristianas; y me encantan, además, las que poseen una música divorciada de la solemnidad con que suelen abordarse las cuestiones religiosas. Debo, no obstante, aclarar algo con respecto a este último punto.

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Inspirada en la fe / F

Existen melodías inspiradas en la fe que se graban dentro de un determinado género solo porque buscan los favores del público, porque se sabe que existen ciertos sones o estilos, que son muy bien recibidos por un sinnúmero de personas. No tengo cómo demostrarlo, pero a veces escucho, por ejemplo, canciones cristianas en ritmo de vallenato que me parecen forzadas, artificiales, porque ni la voz ni la letra armonizan con el mensaje que se quiere transmitir; algo similar me ha pasado con unos joropos llaneros cuyo recalcitrante propósito de adoctrinamiento religioso desentona con la gracia y plasticidad de este género.

Sin embargo, cuando la intención es sincera, cuando letra y música parecieran emerger de un creador que siente amor por un género que conoce y ha practicado, y el mensaje proviene desde la franca inspiración que solo anhela expresar el más noble sentimiento, todos los elementos armonizan de forma maravillosa en una canción que vale la pena escuchar y atesorarla entre nuestras predilectas. Una muestra de ello son estas dos composiciones que citaré a continuación: Mi credo, de Reynaldo Armas, cantado por la española María Dolores Pradera y De qué me sirve, con Dagoberto "El Negrito" Osorio.




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Invito a los amigos:
@neyistar23,
@luimer79 y
@sahmi

Sort:  

¡Holaaa señor Amilcar!🤗

No conocía esa hermosa melodía de Reynaldo Armas... De hecho, desconocía que él tenía una canción con temática religiosa y, le confieso que me encantó. Ya la voy a agregar a mi playlist.

Ahora veo que además de Luis Silva, otro llanero también le ha cantado a la fe y, eso me encanta.

Le deseo mucho éxito en la dinámica... Un fuerte abrazo💚

Hola, amiga... "Mi credo" es una hermosa canción que ya tiene algunos años. Me complace que la haya conocido a través de esta publicación. Un gran saludo.

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En estos días se hace muy fuerte la connotación religiosa en todos los espacios. Cada quien vive su experiencia religiosa como lo desea, porque nada forzado es bueno.

La oración es en espíritu y en verdad, así lo dicen las enseñanzas. Tu puedes buscar a Dios en cualquier rincón de tu corazón y seguro que lo encuentras.

Estoy de acuerdo con usted en que cuando las personas tratan de insistir en que hay que pertenecer a un grupo religioso por equis y determinada razón es cuando el sistema de alarma en nuestra mente se activa.

Tenemos la libertad de escoger lo que nos interesa y lo que no. A mí también me agradan ciertos estilos musicales que son más sacramentales que otros.

La libertad para escoger y profesar un determinad credo, adaptado a nuestras convicciones, es para mí la mejor forma de aceptar a Dios. Al final, nadie tiene la verdad y, mientras seamos respetuosos ante los demás y sinceros con nosotros mismos podemos conformar nuestras particulares doctrinas... Gracias por sus excelentes comentarios. Saludos.

Cada quien es libre de escoger lo que le hace feliz incluyendo la parte religiosa, eso es lo bueno de vivir en este país.
Le deseo éxito en la publicación.