Mi querido Luis, buena reflexión en tu texto. Nunca hay que desesperarse, ni perder la fe. Y no está mal tampoco de vez en cuando probar suerte por aquí y por allá porque nunca se sabe de dónde va a venir la bendición que Dios tiene para nosotros.
Me gusta que entrelazaste una buena cantidad de ideas para desarrollar tu texto y llevar la historia de las hermanas a dónde deseabas.
Éxitos