Estimado diario, de nuevo contigo para plasmar mis reflexiones sobre temas de respuesta humana que me ayudan a sintonizarme en mi aprendizaje… Hoy dejaré escrito en ti, sobre la “Ley del Espejo” y su uso.

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Tal y como se describe en el libro “La Ley del Espejo” del autor Yoshinori Noguchi, esta ley se refiere a que lo visto en otras personas es un reflejo real de lo que tienes dentro de ti mismo Dale click aqui. La ley del espejo se basa en el principio que afirma y parafraseo: “todo lo que vemos fuera de nosotros actúa como un espejo, reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo una radiografía de nuestro mundo interior”, de tal manera que cuando opinas de alguien de alguna manera, estás hablando de ti mismo. Esto es tan preciso, que cuando un profesional de la salud mental o comportamiento humano o terapeuta de autoestima, se le repiten el mismo tipo de pacientes con diagnósticos muy parecidos, le toca revisarse preguntándose: ¿qué tengo de eso en mí para que me vengan el mismo tipo de pacientes? Y si otra persona no profesional de estas áreas se atreve a opinar de alguien calificándolo (diagnosticándolo) con alguna palabra definiendo una actitud negativa, se está diagnosticando a sí mismo.

_{Enfrentando qué reflejo. Foto @aguilamayor}

Una de las maneras de evitar caer en esa actitud es usando las técnicas del feedbackDale click aqui., especialmente la numero 2.

2.- El feedback debe ser descriptivo, mas que evaluativo. Quiere decir que el que da el feedback describe un hecho, como quien cuanta una película,… Generalmente acusamos. Si cuentas la escena, estas fuera y si lo calificas estas en el espejo.

La parte más interesante de esto es que sirve para ayudarnos a conocernos más, a interiorizar sobre lo que falta por superar y si estamos hablando de una sombra, es, nuestra propia sombra que la vemos en el otro. La misma Biblia en Lucas 6, 41-42:

“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano”

Entonces en la cotidianidad observamos a padres que al corregir a sus hijos los califican o etiquetan (se están describiendo a sí mismos), jefes que califican a sus empleados (a sí mismos), amigos o compañeros de intereses comunes que califican o etiquetan, así sea de broma (a sí mismos).

En los 7 principios de El Kybalion, el número 2 reza así:

Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: el Físico, el Mental y el Espiritual.
Dale click aqui.

Y por último esta la parte comunicacional: una cosa es lo que yo diga o haga y otra es lo que Ud. interpreta y procesa para opinar. De seguro que existe una gran distancia entre su interpretación y mi intención. Mi responsabilidad termina en el momento que mis palabras entran en sus oídos o mis acciones en sus ojos. Allí es su responsabilidad, porque interpretará esos estímulos o trozos de información, desde su forma de ver la vida que no necesariamente es la correcta o incorrecta, solo es la suya, con sus miedos, carencias, experiencias previas, y fortalezas.

En una oportunidad fui testigo de esta conversación:

El: “Ud. está teniendo actitudes mediocres”
Ella: ¡No me diga mediocre!
El: “Yo no le estoy diciendo mediocre… Una cosa es lo que Ud. hace y otra lo que Ud. es. Lo que Ud. hace (una actitud) lo describe momentáneamente, lo que Ud. es, lo define hasta que Ud. elija cambiar”.

En mi caso es indudable que tengo momentos donde extravío mi centro y me dejo llevar por las emociones y el ego dando cizaña, y califico, juzgo, señalo… mas, cada día que pasa, trabajo en superar esa tendencia y manteniendo mi ser ecuánime, digo lo que la persona necesita escuchar siendo descriptivo envés de evaluativo, liberándome de la responsabilidad de su interpretación.

_{Examinándome. Foto @aguilamayor}

Gracias por leerme… Seguirme… y recuerda: "Tus palabras al opinar de otro, mas que describir al otro, te diagnostica a ti".