Los israelitas llegaron al desierto del Sinaí, también llamado Horeb, allí Moisés subió a encontrarse con Dios, pues el señor lo llamó desde el monte y le dijo:

El quiere que los israelitas le obedezcan y lleguen a ser su pueblo especial, Moisés bajo del monte a preparar al pueblo y les dice a los Israelitas lo que Dios ha dicho y la gente dice que va a obedecer a Dios por que quiere ser un pueblo, haremos todo lo que el señor ha ordenado, Moisés llevó entonces al señor la respuesta del pueblo y el señor le dijo, ve y prepara al pueblo hoy y mañana para que me rinda culto y voy a presentarme ante ti en medio de una nube espesa, para que la gente me oiga hablar contigo y así tengan siempre confianza en ti.

Moisés va a estar en contacto, alternativamente con el señor, arriba en el monte y con el pueblo que se ha quedado abajo, este ir y venir, pone en relieve su papel de mediador entre Dios e Israel.

Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios, y se detuvieron al pie del monte, todo el monte Sinaí echaba humo debido a que el señor había bajado a él en medio del fuego, Moisés hablaba y Dios le contestaba con voz de trueno, y el señor se presento a sí mismo como el Dios salvador y liberador, y les recuerda de los beneficios concedidos a Israel, confirma su autoridad para darle a conocer sus mandamientos.

Este mandamiento prohíbe utilizar el nombre de Dios rin razón alguna, en vano, ya sea como fórmula mágica o con algún fin perverso, como engañar, defraudar o jurar en falso, y por lo tanto, lo que prohíbe este mandamiento es el asesinato, es decir, el hecho de atentar contra la vida del prójimo en forma ilegal, derramando sangre inocente.

Estos son los mandamientos, leyes y decretos que el señor su Dios ha ordenado, enseñarles, para que los pongan en práctica en el país del cual van a tomar posesión, de esta manera honrarán al señor su Dios y cumplirán durante toda su vida las leyes y los mandamientos que yo les mando a ustedes, a sus hijos y a sus nietos y así vivirán muchos años.

Oye Israel, el señor nuestro Dios es el único señor.

Ama al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tus fuerzas.

Oye Israel con esto comienza la profesión de fe tradicional de Israel.

Es el único señor, se afirma que el señor es el único Dios de Israel y por lo tanto, exige de su pueblo adoración y amor exclusivo.

Ama al señor, tu Dios, este amor es mucho más que un mero sentimiento o una emoción interior, así como el señor manifestó su amor a Israel liberándolo de la esclavitud en Egipto, así también Israel debe manifestar su amor a Dios, mediante la obediencia a los mandamientos.

Jesús considera estos mandamientos como el primero y más importante, amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Obedeceré la voz del cielo, las diez palabras pronunciadas en el Sinaí, o iré con la multitud que pisotea esa ignea ley y para los que aman a Dios, será la máxima delicia observar los mandamientos divinos y hacer aquellas cosas que son agradables a la vista de Dios.

En sus enseñanzas, cristo mostró cuan abarcante son los principios de la ley pronunciados desde el Sinaí.