Marlene y el fakir/Marlene and the Fakir/

in Dream Steem14 days ago (edited)
Marlene tenía más de cinco años viviendo en la capital de la ciudad. Había llegado de su pueblo a estudiar ingeniería, y pocas veces viajaba para allá para no descuidar los estudios. El estrés de escribir la tesis, en tiempo récord, hizo que aumentara de peso. Eso, en realidad, le importaba poco, ya que en la gran ciudad donde vivía nadie estaba pendiente de la vida de los demás. La gente decía: "Buenos días" sin esperar respuesta; y el "¿Cómo estás?" era una pregunta muda para gente sorda.

Los compromisos laborales habían sustituido a los académicos, Marlene solo estaba enfocada en trabajar. A veces ni se miraba en el espejo. Trabajaba con hombres y adoptó un poco al vestimenta de estos: jeanes, franelas blancas y cascos.

Un día una amiga le sugirió que se arreglara el cabello; y ella respondió: ¿Para qué si paso todo el día con cascos?

La amiga se dio cuenta de que ella era feliz así y la dejó tranquila. Pero, un día inesperado, Marlene recibió una llamada de su mejor amiga de infancia, quien le pedía el favor de viajar al pueblo, ya que necesitaba conversar algo urgente con ella.

Marlene había postergado este viaje pendiente, porque en el pueblo nadie perdona: un kilo demás, una cana sin pintar, un hijo postergado por decisión o un marido feo, jeje.

Con toda su vida planificada, y casi sin tener espacio para reuniones sociales, llamó a su amiga y le dijo que iría dentro de quince días.

Marlene se miró en el espejo con el ojo crítico de sus familiares y vecinos: Vio que se le hacía un rollo salvavidas donde terminaba la pretina del pantalón; y cuando se colocaba el sostén, la franela dejaba ver que le quedaba apretado. Se dijo así misma: "Tengo que rebajar".


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Pixabay

Tomó cita con el nutricionista quien le dijo que tenía 25 kilos por encima de su peso ideal, y que en 15 días sería imposible bajarlos, pero que sí podría bajar cinco. Marlene pensó que con cinco kilos menos, poca gente le criticaría su sobrepeso.

La nutricionista le mandó a Marlene una dieta de "ensaladas", que esta cumplió al pie de la letra; y a los quince días había logrado bajar siete kilos, porque también comenzó a entrenar.

Marlene arregló todo lo del viaje, y tomó el autobús para su pueblo, cuando llegó la esperaba su hermano, quien después de abrazarla le dijo:

—Marlene, ¿qué te pasó? ¿Pareces una vaca?

Ella se rió, y le contestó:

—Sí, verdad. ¿Pero hay algún problema con eso? ¿Ya no me quieres por gorda?

El hermano contestó:

—Bueno, yo sí te quiero, pero creo que se te va a poner difícil la meta de conseguir marido.

Dijo esto y soltó una ruidosa carcajada. Marlene entendió que debía ir rápido a ver a su amiga para evitar que más gente hiriera su seguridad.

La reunión con su amiga fue breve. El asunto se trataba de la firma de unos documentos de una moto que ambas habían comprado cuando se hicieron mayores de edad, y que ahora su amiga quería pagarle a Marlene el monto que ella había cancelado para que la moto solo fuera de su propiedad, y así regalársela a su hijo.

Marlene estuvo de acuerdo, y le dijo que no tenía que pagarle nada, que ese era un regalo para su ahijado, y procedió a firmar los documentos.

La amiga de Marlene no le dijo nada sobre su gordura. Era la única persona que la conocía bien, y sabía que estaba herida por los comentarios de la gente del pueblo.

Marlene no se despidió de nadie, y enseguida se fue al terminal de pasajeros huyendo de las miradas de todo el mundo.

Cuando fue a comprar el boleto para regresar a la capital se le acercó el "fakir", y le preguntó:

—¿Por qué estás triste?

Ella le respondió:

—¿Y de dónde saca usted que estoy triste?

—Porque soy fakir y lo sé todo. Conozco el destino de las personas. Por ejemplo, sé que en este momento te sientes frustrada, porque la gente en el pueblo le prestó poca importancia a tus logros académicos y laborales; sino que se enfocaron en tu sobrepeso.

—¿Y usted, cómo sabe eso, si es primera vez que me ve?

—Ya te dije: tengo el poder de ver más allá de lo superfluo —respondió el fakir.

Y desde ese día, Marlene y el fakir se hicieron amigos. Ella continuó comiendo ensalada y entrenando. Cada día se siente más segura de sí. Sus compañeros de trabajo la enamoran, pero ella añora encontrar a un hombre como el fakir que sea capaz de adivinarle el pensamiento sin que ella hable.

El fakir, por su lado, está pendiente de Marlene a toda hora. Pero es difícil que un fakir se enamore.

Fin

Nota: El tiempo terminó. Pero quizás @marcybetancourt se una al concurso, así como @rosselena y @marianri.


Marlene had been living in the city's capital for over five years. She had come from her village to study engineering, and she rarely traveled there so as not to neglect her studies. The stress of writing her thesis in record time caused her to gain weight. This, in reality, mattered little to her, since in the big city where she lived, no one cared about anyone else's life. People would say "Good morning" without expecting a reply; and "How are you?" was a silent question for deaf people.

Work commitments had replaced academic ones; Marlene was solely focused on work. Sometimes she didn't even look at herself in the mirror. She worked with men and somewhat adopted their dress: jeans, white shirts, and hard hats.

One day, a friend suggested she fix her hair; and she replied, "Why would I spend all day wearing hard hats?"

The friend realized she was happy that way and left her alone. But one unexpected day, Marlene received a call from her childhood best friend, asking her to travel to the village, as she needed to discuss something urgent with her.

Marlene had put off this pending trip because in the village, no one forgives: an extra kilo, an unpainted gray hair, a child postponed by choice, or an ugly husband, hehe.

With her entire life planned out, and almost no time for social gatherings, she called her friend and told her she would be there in two weeks.

Marlene looked at herself in the mirror with the critical eye of her family and neighbors: She saw a lifeline forming where her pants' waistband ended; and when she put on her bra, the flannel revealed how tight it was. She told herself, "I have to lose weight."


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Pixabay

She made an appointment with the nutritionist, who told her she was 25 kilos over her ideal weight and that it would be impossible to lose them in 15 days, but that she could lose five. Marlene thought that with five less kilos, few people would criticize her for being overweight.

The nutritionist prescribed Marlene a "salad" diet, which she followed to the letter; and after two weeks, she had managed to lose seven kilos because she had also started exercising.

Marlene arranged everything for the trip and took the bus to her town. When she arrived, her brother was waiting for her. After hugging her, he said:

"Marlene, what happened to you? Do you look like a cow?"

She laughed and replied:

"Yes, true. But is there a problem with that? Do you not love me anymore because I'm fat?"

Her brother replied:

"Well, I do love you, but I think it's going to be difficult for you to achieve your goal of finding a husband."

He said this and burst out laughing. Marlene understood that she should go quickly to see her friend to prevent more people from harming her safety.

The meeting with her friend was brief. The matter concerned the signing of some documents for a motorcycle they had both bought when they came of age. Now her friend wanted to pay Marlene the amount she had paid so that the motorcycle would remain her sole property, and thus give it to her son.

Marlene agreed, telling her that she didn't have to pay anything, that it was a gift for her godson, and proceeded to sign the documents.

Marlene's friend didn't say anything to her about her obesity. He was the only person who knew her well, and he knew she was hurt by the comments of the townspeople.

Marlene didn't say goodbye to anyone and immediately went to the passenger terminal, fleeing from everyone's gaze.

When she went to buy the ticket to return to the capital, the "fakir" approached her and asked:

"Why are you sad?"

She replied:

"And where do you get that I'm sad?"

"Because I'm a fakir and I know everything. I know people's fates. For example, I know that right now you're feeling frustrated because the people in the village paid little attention to your academic and work achievements; instead, they focused on your excess weight."

"And how do you know that, if this is the first time you've seen me?"

"I already told you: I have the power to see beyond the superfluous," the fakir replied.

And from that day on, Marlene and the fakir became friends. She continued eating salad and exercising. Every day she feels more confident. Her coworkers swoon her, but she longs to find a man like the fakir who can read her thoughts without her even speaking.

The fakir, for his part, is always watching Marlene. But it's hard for a fakir to fall in love.

End

Note: Time's up. But maybe @marcybetancourt will join the contest, as well as @rosselena and @marianri.

Sort:  

Hola amiga bonita historia, sabes me identifico con marlene cuando su hermano le dijo gorda, a mi no me gusta ver a mi hermano cada vez que me ve me dice que porqué estoy tan flaca🤦y nunca he sido gorda quien entiende al mundo.

Jajaja. No entiendo por qué la mayoría de la gente se detiene a ver lo negativo. Creo que debería ser lo contrario, si en verdad nos tienen afecto. Bueno, eso es lo que digo yo.

Me voy a permitir echarte este cuento:

Yo tengo un amigo que saluda a todo el mundo diciéndole: "Caramba, tenía 10 kilos menos sin verte", si la persona está gorda; y si está flaca cambia la frase y dice: "¿Mija, desde hace cuántos kilos demás no te veía?

jajaja. Somos terribles.

Hola amiga excelente relato la sociedad a veces es muy cruel y las personas a veces se dejan llevar por las palabras hirientes aunque Marlene era una mujer muy capaz de lograr todo lo que se proponía le faltaba el amor de una persona que la hiciera sentir especial sin importar sus kilitos de más

Así es, amiga, creo que todos somos sensibles ante las palabras de algunas personas; y aunque contemos con mucha formación académica; ellos suelen clavar su "daga verbal" donde más duele.

Gracias por pasar y comentar, mi apreciada amiga.

Una pregunta mi apreciada amiga está dinámica es como tu concurso de escritura libre ? Me gustaría participar

Hola, bella, esta comunidad está destinada para la escritura creativa libre. Pero hay un concurso, que consiste en escribir a partir de una palabra que proponen los ganadores de las ediciones pasadas. Por ejemplo. Para esta semana la palabra fue "ensalada".

También te invito a suscribirte a la comunidad: https://steemit.com/created/hive-166850

Upvoted! Thank you for supporting witness @jswit.

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Curated by : @animal-shelter

Gracias por el apoyo, @animal-shelter. Me siento honrada de recibirlo.

 14 days ago (edited)

Muy agradable y cautivante la lectura, me sorprendió como bajo 7 kilos en una semana, se ve que puede lograr lo que quiera.

Pero hay un dejo, un regusto, que su decisión de "entallarse" viene más por las exigencias externas.
De ser yo el faquir, (que ahora aparece hasta en los terminales de pueblos del interior), le una de mis primeras preguntas para Marlene habría sido:

¿Cuál es el problema con que otros te vean como una gorda y te lo digan??

... Pero estoy pensando en buscar esa dieta de lo 7 días. -😂😍

Jajaja. Hay fakires por todos lados. Bueno, comiendo solo lechuga y entrenando mucho, quizás puedas bajar los 7 kilos en 15 días.

Gracias por leer y comentar. Un abrazo.