Entender Mediante las Emociones
Cuando nos sentimos cómo queremos, cuando vemos más claramente, las cosas son más sencillas. ¿Pero que pasa si no? La verdadera felicidad, por ejemplo, solo puede encontrarse en uno mismo. Debiésemos hacer de la felicidad un hábito, no un objetivo que se consigue indirectamente. Especialmente cuando las cosas parecen no tener mucha esperanza, el tomar la alegría cómo recurso y no cómo consecuencia se vuelve sumamente valioso. Nos permite usar sus beneficios. Cuando encontramos esta felicidad en las actividades diarias, la vida cobra todo un nuevo significado, incluso cuando la situación es dura.
No solo ocurre que cada uno piensa que la felicidad es algo diferente, nuestra propia experiencia de ser feliz cambia en cada momento. Además, las emociones no están fijas, crecen y se desarrollan mientras aprendemos de las experiencias en nuestro entorno. Las emociones, en este sentido, nos conectan para la toma de decisiones que se alínie con nuestro verdadero self.