Bliuma Zeigárnik destacó por sus célebres experimentos 🧪 en los que los participantes debían resolver problemas numéricos 🧮. En algunas instancias, se señalaba a los participantes que el tiempo se había acabado y que no podían seguir resolviendo, impidiendo que completaran la tarea. Recapitulando, se observó 🔎 qué en términos de recordación, para los participantes, los problemas que habían quedado incompletos casi doblaban a los completados.
Bajo la supervisión del renombrado psicólogo Kurt Lewin – pionero en psicología aplicada, organizacional y social – dicho trabajo y tesis desembocan en el enunciado de lo que ahora se conoce cómo el «Efecto Zeigárnik», una de las piedras 🏗️ angulares de la Psicología Gestalt. El patrón que ella descubrió revela que la memoria de las acciones que están incompletas perdura por mucho más tiempo en la mente de las personas, en comparación con aquellas que están completas. Una explicación frecuente – basada en el modelo de su mentor Lewin – es que, al momento de la interrupción, cierto estrés 😵 emocional contribuye a la preservación de memoria ‹insatisfactoria›, al no poder descargarse.
Marcaron la trayectoria de Zeigárnik también los estudios del significado y la flexibilidad que provee la organización dinámica de las funciones psíquicas en los últimos trabajos de Vygotsky – con quien Zeigárnik colaboró en el Instituto de Estudios de las Actividades Nerviosas Elevadas y en la Clínica Neuropsiquiátrica 🧠 del Instituto de Medicina Experimental – y su trabajo junto a Luria. Con el tiempo ⌚, su estudio de las estructuras mentales le permitió desarrollar el campo de la Patopsicología y establecer principios que pasarían a ser fundamentales para la disciplina, cómo conocer la personalidad y la psicología de los 🏥 pacientes.