Melanie Klein destacó por sus ideas 🧠 novedosas respecto a las relaciones objetales y su trabajo psicoanalítico con niños👩👧👦. Uno de sus famosos planteamientos guarda relación con el impacto que tienen las relaciones que los infantes establecen con sus objetos, en sus relaciones futuras, y cómo logran conformar los objetos cómo un todo coherente.
Klein plantea, a diferencia del psicoanálisis clásico, por ejemplo, que el bebé, en sus primeros meses de vida se encuentra en lo que ella denomina la posición esquizo-paranoide. En esta etapa el bebé está sujeto a ansiedad persecutoria y sensaciones de privación que de alguna manera maneja mediante fantasías omnipotentes dónde escinde 💔 los objetos, cómo el pecho materno (que lo alimenta 🍼, pero a veces está ausente), en buenos y malos.
Más adelante, alrededor del año, Klein espera que la psique del bebé cambie a una posición depresiva. Aquí el bebé comienza a tener sentimientos de perdida 😢 al ir incipientemente integrando esos objetos parciales, buenos y malos, en un solo objeto total. El bebé 👶 se da cuenta que en su fantasía destruía aquello que le alimentaba y emerge la culpa junto a defensas obsesivas, reparaciones maníacas que se aferran a la omnipotencia y la posibilidad de entrar en regresión a la posición anterior.