Dicen que los años no se ven en el cuerpo sino en el espíritu. Muchas personas están de acuerdo con ello, pero cuando de repente queremos romper moldes y hacer algo “osado”, siempre hay alguien que te dice: “¿No eres ya muy mayor para eso?”.

Quizá no hay nadie a nuestro lado de quien podamos escuchar esa pregunta, quizá tan solo viene de nuestro interior, pero, ¿qué es ser mayor? ¿Acaso son los años los que nos limitan?

Muchas veces hemos visto vídeos de personas mayores bailando Rock and Roll o incluso haciendo gimnasia. Si todos estamos de acuerdo en que la edad del espíritu, es decir nuestras ganas de vivir, son las que limitan nuestras acciones, ¿por qué seguimos haciéndonos o haciendo a otros esa dichosa pregunta?

No gastes tu tiempo

Vivimos siempre estresados, trabajando por tener una jubilación que parece que nunca va a llegar. Vivimos negándonos a hacer lo que deseamos por no gastar dinero que quizá vayamos a necesitar. No vamos a los lugares que deseamos por miedo a que algo pueda pasar.

En vez de vivir la vida, simplemente estamos puestos en ella, como espectadores lejanos del disfrute de otros, mientras en realidad nosotros podríamos ser el espectáculo de muchos.

En vez de hacer lo que deseamos, gastamos nuestro tiempo en pensar qué pasará mañana, sin darnos cuenta de que no somos más que pequeñas motas de polvo que hoy están y mañana una leve brisa puede aventar.

Gastamos nuestro tiempo queriendo ahorrar para tener más y más cosas materiales, para que los hijos que aún no tenemos vayan a la universidad, para la jubilación a la que no sabremos si llegaremos vivos…

No gastes tu tiempo, ¡vívelo mientras seas joven!

Olvida las preocupaciones por el mañana, porque entonces, mañana no podrás sentirte orgulloso de lo que hiciste ayer, es decir, hoy. Nunca serás más joven que hoy, no lo olvides.

No importa los años que tenga tu cuerpo o la edad que creas que tiene tu espíritu, nunca, nunca podrás ser más joven que hoy. ¿Por qué desaprovechar un día tan especial como este? ¿Por qué gastar tu tiempo en pensar en el mañana, en cosas que ni siquiera sabrás si pueden o no suceder?

¡Vive este día como si fuera el último! No dejes de cumplir tus obligaciones, pero no vayas más allá. Ve a ese lugar en el que siempre has querido comer, o detente a mirar el atardecer, disfruta de las sonrisas de los niños en el parque, apúntate a esas clases de piano que tanto deseas, toma clases de dibujo, construye la maqueta que siempre has querido.

No regales tu tiempo a lo que no vale la pena, preocupaciones sin sentido de cosas aún inexistentes. Tu tiempo es tuyo y no hay nadie mejor a quien regalárselo que a ti mismo. Recuerda que nunca serás más joven que hoy, por lo que si hay algo que deseas hacer hazlo hoy, para que nadie mañana te pueda convencer de que ya eres mayor para ello, porque hoy eres más joven que mañana.