Soy escritor
En mi hacer me he empezado a destacar, aún siendo disléxico lo cual me es algo que me hace sentir en permanente incertidumbre. Yo no dudo de el valor de mis emociones y el poder de mi palabra, pero qué difícil es poder decir las cosas como es correcto cuando las palabras se mueven como el cereal en el tazón de leche. La vida es la confrontación misma con la necesidad de nuestra existencia, existimos para enfrentarnos al hecho de que no hay necesidad ni razón para que vivamos, sino que estamos aquí bajo nuestra propia voluntad.
Aún si Dios existe, estamos a la deriva, por que él no es otra cosa que un juez, y los jueces solo aparecen cuando cometes una falta. Quiero escribir por mera convicción, por el vértigo que meda ascender inaudible pero simbólico.
Un abrazo, he regresado,