RE: Aquellos maestros que nunca se olvidan
Un post necesario, aleccionador y evocador de recuerdos gratos. Recuerdo con mucho afecto y agradecimiento a cada uno de mis maestros. La mayoría no vivían en el pueblo. Viajaban todos los días una hora 20 mins y siempre estaban puntuales y hacían el mismo recorrido al final de la jornada (ya fuera en la mañana o en la tarde). Algunos de ellos no tenían títulos universitarios pero ni falta que les hacía.
Tenían la magia transformadora de mentes y corazones. Conchita (Kinder), Irama (1er y 2do grado), Myladis (3ero), Maritza (4to), Juanita y Daniel (5to), Omaira (que se parecía a las maestras de tu primera imagen, 6to) y la querida maestra Olga que nos ponía a hacer trabajos manuales desde artesanía hasta cocer, bordar porque un hombre debía ser capaz de hacer de todo sin complejos.
Una generación de formadores que urge repetir en estos momentos de tanta corrupción academica, moral y espiritual.