Ripple
Surgida en 2012, es la 'niña bonita' de la banca y la tercera criptomoneda más importante. La gran diferencia de XRP —se la denomina comúnmente Ripple porque es el nombre de la empresa que la gestiona— es que a diferencia de bitcoin no está basada en tecnología blockchain y por lo tanto no está descentralizada, no es libre, requiere conocer la identidad de quien opera con ella, es muchísimo más rápida que bitcoin (en seis segundos puedes enviar dinero a cualquier lugar) y por todas estas cosas se ve con mejores ojos por el mundo financiero. Dos entidades españolas como Santander y BBVA ya operan con ella. Existen cien mil millones de Ripples pero no todas está en circulación porque la empresa se guarda la mitad en modo de garantía.