Los dos hombres y la montaña.
Había una vez una montaña maravillosa donde todos decían que en su cima habitaba el mismo dios, dos hombres fueron allí para subirla y se encontraron en el camino, uno le dijo al otro voy a subir la montaña pues dicen que allí vive dios y yo estoy seguro que no existe, así que subiré para demostrarlo, el otro le dijo por supuesto que dios existe y yo subo para demostrarlo. El nos ama y es piadoso, el otro al escuchar esto dijo, dios no nos ama, el solo nos utiliza, para que nosotros le alabemos y amemos. Así los dos hombres subieron durante todo el día y llegaron a lo alto por la noche, al estar allí no hallaron nada, uno le dijo al otro viste que no existe, en ese momento escucharon una voz que les dijo, llenar sus caballos con las piedras del camino y anda antes que la luz salga, el humilde le dijo al otro, te dije que existía, el otro le respondió, puede ser cualquiera que se encuentra escondido en la sombras y si es dios tenía razón es injusto, no le importa que estemos cansados, aun así quiere que llevemos piedras para hacer más duro el viaje de regreso, yo no cargare nada, el otro hizo lo que le ordenaron y ambos marcharon al salir el sol, al llegar abajo de la montaña, se dieron cuenta que las piedras eran enormes diamantes y el hombre dijo bendito sea dios que nos regala su amor, aunque lo haga de forma misteriosa, el otro solo dijo, dios es solo una imaginación seguramente esto lo realizo quien vive en esa montaña, el otro le dijo, dios es tan perfecto que nos deja creer lo que queremos pero siempre nos regala su amor por eso yo te daré la mitad de estos diamantes para que veáis que todos somos instrumento de su misericordia.