Apichatpong Weerasethakul: una introducción

El maestro Bela Tarr dijo en una ocasión que para él "el cine no es contar historias. Es captar nuestra forma de existir."

Apichatpong Weerasethakul nos muestra el cine desde lo más personal y con una mirada completamente honesta. Sus películas son una especie de diario propio, que nosotros el espectador, somos lo suficientemente afortunados de experimentar.
Utilizo experimentar, debido a que el cine de Apichatpong más que verse, se ¡vive!. Sus películas sumergen al espectador paciente en un trance, como si de alguna forma estuviéramos en un sueño (una de las temáticas preferidas del artista). En su cine todo es posible, lo fantástico se vuelve cotidiano. Esto proviene probablemente de las propias creencias del artista y de su país, donde hay una gran aceptación del animismo, budismo y de la reencarnación. Pero también se puede notar una influencia o parecido con el Realismo Mágico Latinoamericano. Apichatpong a admitido públicamente que aunque no ha leído mucha literatura latinoamericana, sí ha leído la obra completa de Gabriel García Márquez.

Las historias (a falta de una mejor palabra) en las películas de este director, son en su mayoría historias de amor ubicadas en la parte rural de Tailandia, que es donde se crió el autor, donde la naturaleza no solo es el ambiente donde se desarrolla la trama, sino otro personaje de esta. Pero entre estas historias de amor, el cineasta también nos muestra y critica la historia política de su país, tanto del pasado como contemporánea. Principalmente de una forma sutil y cotidiana, sin mucha explicación o diálogos de exposición. Esto puede resultar que para el espectador poco conocedor de la historia de Tailandia, muchas de estas críticas pasen desapercibidas. Aún así, el cine de Apichatpong ha estado constantemente luchando contra la censura en su país natal, resultando que a algunas de sus películas se les niegue la exhibición en Tailandia.
El cine de Joe (apodo que se le dio internacionalmente debido a lo complicado de la pronunciación de su nombre) es para el espectador paciente. Este está compuesto de largos planos, poco movimiento de la cámara, pocos cortes en la edición. Pero el que tiene la paciencia sin duda se alegrará de vivir una gran experiencia audiovisual. Y es que al igual que la imagen, el trabajo sonoro es excepcional. Apichatpong junto a su equipo de trabajo logran crear una atmósfera a través de los sonidos de la naturaleza que logra transportar al espectador al mundo del artista, como él lo ve, lo escucha y lo siente.

Entre la gran cantidad de galardones que se le ha otorgado a este realizador, uno de los más importante ha sido la Palme D'or del Festival de Cine de Cannes del 2010, galardón que recibió por su filme Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives. Esta película como su título lo indica, nos muestra al tío Boonmee, quien ya está cerca de fallecer, recordando sus vidas pasadas, mientras el fantasma de su fallecida esposa lo cuida, y su hijo perdido vuelve a casa con una apariencia física bastante "peculiar".

Es fundamental acotar que Weerasethakul no solo se limita a la realización de películas, también realiza instalaciones artísticas (en su mayoría audiovisuales) que le han traído un gran reconocimiento a nivel mundial, exhibiendo sus obras en distintos lugares alrededor del mundo.