Pedís y no sabés como pedir, porque pedís mal. Lo que pasa acá es que somos perversos de corazón, seres corrompidos por el pecado, la biblia enseña que engañoso es el corazón mas que todas las cosas y que de él salen los pleitos, las contiendas, las guerras, etc, pedimos por vanidad, pedimos cosas que no están en la voluntad de Dios y por eso no nos la contesta, además no hacemos tesoros en el reino de los cielos, si hacemos la voluntad de Dios, sacrificándonos por predicar su palabra y vivirla, estaremos creando tesoros en el cielo y cuando necesitemos algo podremos ir confiadamente al Padre y pedir y conforme a su voluntad el va a socorrerte