Promo XV
Me gradué del bachillerato en el 2013, muchas veces mi papá me dijo “disfruta el liceo que es una de las mejores etapas” no había considerado estas palabras de mi papa hasta hace unos días que por la calle veía a los chamos con sus uniformes del liceo riéndose, hablando de sus evaluaciones o hasta jugando volibol. Empecé a sentirme melancólica y a recordar esos 5 años que compartí con esas personas que no eran solo mis compañeros, eran mi familia.
A pesar de que las comparaciones no son buenas, es inevitable comparar mi etapa de bachillerato con la etapa de universitaria que estoy a punto de culminar. Recuerdo que en el liceo teníamos definitivamente tiempo para todo.
Jugábamos, “chalequebamos”, estudiábamos y por supuesto de vez en cuando al finalizar la semana nos íbamos a casa de un compañero a celebrar cualquier cosa. Recuerdo haber aportado más de una vez para una “vaca” para comprar pizza o cualquier otra cosa que nos sirviera para comer. Nuestras reuniones eran sanas, la unión del grupo siempre fue importante, no era perfecta pero definitivamente el apoyo era incondicional. Cuando nos tocó pasar de camisa azul a camisa beige la alegría era el común denominador. Cumpliendo con la tradición, rayamos nuestras camisas –aún conservo las mías- mensajes de buenos deseos, caricaturas y muestras de cariño abundaban en los salones de clase donde nos encontrábamos. Así continuamos hasta los siguientes 2 años. Llegó el día tal vez no tan esperado, la graduación. Un sentimiento agridulce acompañado de lágrimas de alegría y tristeza se veía en varias caras de los que cursamos por 5 años juntos el bachillerato. Desde ese día, los abrazos con algunas personas fueron hasta ahora los últimos. Hoy en día no tengo contacto con muchos de ellos, algunos se han ido del país, otros publican en sus redes sociales y en algunos casos simplemente nadie sabe nada de ellos. Sin embargo, a pesar de los años, de la distancia y de lo que me toque recorrer, nada cambiará las historias, las experiencias y las anécdotas que viví con mi promoción, la Promo XV del liceo Monseñor Castillo.