Vivimos en mundos interpretativos

Henos aquí. En un mundo que parece irreal, en un juego que te reta cada día y te propone un sinfín de ilusiones que le dan sentido a tu realidad.

Vivimos en mundos interpretativos, y nuestro lenguaje habla constantemente sobre quiénes somos, nuestras creencias, nuestros patrones arraigados; determina y sentencia nuestras acciones, haciendo de nosotros una programación mental que será puesta en marcha en cada uno de nuestros movimientos.

Me encuentro en este mundo como una mínima partícula del universo, dispuesta a entender mi funcionamiento, mi razón de ser y mi propósito al permanecer aquí. Sólo al entenderme podré transformarme y ser una mejor versión de mí, sólo podemos cambiar aquello que entendemos, y al yo cambiar, cambiará mi entorno. Todo lo que ocurre en nuestro interior lo reflejamos en el exterior y hay que entender que cada individuo transita por un proceso muy personal de evolución en el que sólo cuando esté preparado logrará digerir aquello que tanto habrá pasado por sus ojos. No es sencillo evolucionar si estás tan sumergido en el sistema, es simple en realidad pero nos aferramos a lo conocido, a lo que nos dio forma al nacer, sin preguntarnos el por qué, sin tomar conciencia.

Conciencia, más allá de entenderla o explicarla, hay que vivirla. Todo encontrará forma propia y tomará sentido cuando estés preparado para entenderlo. Este es un aprendizaje eterno del cual somos inherentes. Adóptalo, es parte de ti, alimenta tu espíritu así como alimentas tu mente.

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OM