Nuestro nuevo confesionario
La mayoría de personas ha visto y publicado información en cualquier red social, donde nos quejamos de algún suceso en nuestra vida, hablamos de lo triste o solos que nos sentimos. Es amplio el repertorio de confesiones, quejas y demás desgracias que algunos suelen hacer público en las redes sociales.
Imagen del ilustrador Pawel Kuczynski
Todos seguramente hemos pasado por crisis, momentos en lo que necesitamos desahogarnos. Necesitamos decir lo mucho que odiamos a un presidente, lo mucho que extrañas a tu ex esposa. Lo que me planteo es ¿por qué usamos a las redes para decirlo?
Quizas es algo natural del ser humano,la religión ha sabido explotar mucho las culpas y tristezas, ¿quien después de confesarse ante un padre no se ha sentido aliviado? Esto mismo sucede con las redes sociales, posteas algo y te alivias. Es una especie de efecto placebo, nuestros demonios siguen ahí pero ya se lo contamos al mundo y podemos seguir con nuestra vidas.
Al confesarnos intentamos eludir, y con la tecnología actual todo se ha hecho más fácil, incluso confesarnos......
En mi cuenta de Facebook, yo publico a diario como una especie de bitácora de mi vida, con poesías y relatos, puedo decir que tengo allí, muchos seguidores. Para mí es una ventana de mi realidad con el mundo. Me gsta hacerlo incluso, hasta el abuso... desbordado... no se puede ser de otra manera.
Cierto Rubén, muchos lo hacemos. Tienes un nuevo seguidor saludos
Comparto tu opinion @venezuelanguy y mas cuando tanta realidad te abruma y solo quieres sacar todo eso que te carga. Desde montarte en el transporte publico de nuestro país que es una travesia hasta hacer cola para comprar algo. Vivimos en sosobra y nesecitamos respirar un poco, dejando eso atras.
Esto es muy cierto! y más que confesarnos por medio de las redes, buscamos la aceptación de las comunidades, total... muchos ya se han hecho su propio personal por medio de esas confesiones públicas, gracias por escribir con relación a este tema.
La situación en Venezuela ha aumentado mi misantropia, mi desprecío hacia el projimo que permite que semejante maldad prosiga, y me hace darme cuenta de que pude haber sido mejor estudiante, con mejores metas, para poder salir de aqui.
Sin embargo, mis dias estan contados, porque sé que no sobreviviremos a este basurero.