El respeto al otro se condiciona por los valores socioculturales y religiosos que manipulan los conceptos del bien y el mal.
Las religiones Judeocristianas son homofóbicas, sexistas y racistas y han sido nocivas para el respeto de las minorías. Hay un Dios castigador que ha creado una cultura del miedo y de paranoia con los "distintos"
Una sociedad tolerante va a tener que venir desde la escuela.