Venezuela, el paraíso terrenal. Venezuela, el hogar de las mujeres bellas, de los ciudadanos más alegres y risueños. Los venezolanos nos gozamos en todo, nos reímos por todo; en todo encontramos un chiste.

O al menos lo hacíamos antes.

Actualmente la mayoría vivimos como robots, en un país donde hemos sido llevados a cambiar nuestra cultura general. Sin embargo, ¿No han pensado lo diferente que sería todo, si nuestra mentalidad fuera distinta?

¿Dónde están los venezolanos que se caían y primero se reían para luego ponerse en pie o ayudar a los demás a levantarse? ¿Dónde están los venezolanos que se reunían todos los viernes, sábados o domingos por la noche por lo menos a hablar? ¿Dónde están los venezolanos que por todo hacían una fiesta?

El sentir del venezolano ha cambiado, nuestra manera de ver las cosas ha cambiado. Nosotros hemos cambiado; pero podemos volver a ser los mismos de antes.

No es cuestión de política lo que aquí escribo; es el hecho de nacer en un país como Venezuela.

¿Cómo es tú Venezuela? Es una pregunta simple, pero sé que la mayoría se confunde al responderla. ¿Cómo es mi Venezuela? Mi Venezuela no es ni más, ni menos, que lo que yo quiero que sea. ¿Parece sencillo? No lo es, pero tampoco es imposible.

Hace muy poco tuve la oportunidad de encontrarme con este artículo referente a Nuestra Venezuela

El país es una tierra con hermosos paisajes que hasta han inspirado a películas animadas y verdadero talento que va desde la medicina hasta los deportes.

Y como cito allí arriba, Venezuela es un país que tiene mucha biodiversidad. Venezuela es un país hermoso; Venezuela y sus paisajes hablan por sí solos. Es un país donde se pueden encontrar diferentes culturas y donde todos son familia (sin importar que su ADN sea diferente).

Si nuestra Venezuela es grande y ha soportado diferentes situaciones, ¿Cuánto más nosotros como venezolanos?

En cada uno está el querer ser mejor, en nosotros está la esperanza.

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