Siempre te he contado que si ahora soy despistada y medio tonta, hace tiempo lo era muchísimo más, encerrada en mi pequeño mundo y con mis pocos amigos. Un día, te vi. Nunca había visto eso que vi en ti ese día y aún no me explico por qué, nunca me habia pasado lo que me paso contigo.
Se me había vuelto una adicción suspirar cuando te veía cada vez pasar y hacerme más pequeñita y tontita me mirabas. Me gustaba mucho mirarte: tus ojos color café, tus pestañas que siempre envidie ya que eran hermosas, tus cejas gruesas, tus labios esos que tanto ame. Todo era como un sueño, nunca creí que llegaríamos a conocernos, o siquiera cruzar palabritas. Verte por ahí bastaba y hasta sobraba para estar feliz todo el dia.
Hasta que un día se dio la oportunidad de conocernos y todo cambió. tuvimos química, hablar contigo era agradable aunque yo ni hablaba sueles hablar mucho, aunque éramos muy diferentes, pero nos complementábamos. Yo pasaba por un momento difícil, emociones encontradas, problemas familiares; pero aún con eso supiste sacarme sonrisas.
Es importante y hermoso recordarle a una persona qué es todo lo que más te gusta de ella. Y aunque te lo diga tarde, de ti amaba tu ternura, el cómo me apoyabas en todo, amaba la forma en la que ayudabas a los demás. ¿Que no ame de ti?y por no decirte todo aquello que me gustaba de ti, acabó.
Creí que por primera vez en mi vida las cosas marcharían bien. Es difícil elegir un camino cuando éste no tiene señalamientos, cuando no hay instrucciones, cuando ni siquiera sabes a dónde quieres llegar. De una manera rara me hacías saber que yo no era necesaria en tu vida. Que conmigo o sin mí la vida era la misma. Siempre has solo buscado tu felicidad, tu meta, tu proyecto… Pero yo no cumplí tus expectativas. Realmente no quería perderte.
Los dos nos equivocamos. Yo por mi mente de niña soñar con cuentos de hadas creer que todo será color de rosa; tú, por mentir y no cumplir lo que prometías. Tu cambio al cansarte se noto demasiado, ya no estabas cuando me sentía desamparada.
Dejamos de hablarnos y vernos. Me gusta releer tus pequeñas cartas, escuchar las canciones que nos dedicamos, cerrar los ojos para recordar todos esos maravillosos momentos; cada vez que lo hago sonrío, y dan solo ganas de volver a tomar tu mano. Me emociona pensar que nuestra historia, tan joven y apasionante, sigue intacta, esperando el momento para volver a ser vivida. No habrá nada que se acerque a lo que tú y yo éramos, ni nadie te reemplazará en mi vida. Al menos nadie ocupara el puesto de amor de mi vida.
Ya no me da miedo quedarme sola, porque ya lo estuve y lo pude superar. Ya no me disculpo por todo, pues también tengo que pensar en mí. Sé que tengo derecho a equivocarme, soy humana, puedo confundirme, puedo ser tonta. Y en parte, gracias a ti, ahora no necesito de nadie para sentirse feliz y plena. Me siento cómoda conmigo misma, con todo lo que tengo y todo lo que obtendre. Los reclamos no solucionan nada. Lo que pasó fue perfecto y si terminó fue porque así tenía que ser.
Gracias por todas esas enseñanzas aunque no llené tus expectativas, me hiciste la persona mas feliz del mundo. Y bueno, Solo dire que te adoro, no sé de qué forma en realidad. Aunque puede haber luchado, algo me impidió hacerlo, quizás porque asi tenian que pasar las cosas. Tu feliz con tu vida y yo con la mía.