La decantación

He dejado atrás mi nombre.
Con él se fueron los amigos,
náufragos en olas
los pactos de la arena,
el orden heredado entre mis viejos temores
y la calle de la casa rumbo al día

Errante,
pero nunca más que antes,
sin embargo,
hallé la danza proverbial de un nuevo polen
en mi duda suspendida, persiguiendo sustantivos
para nombrar la agonía

Eres —sentenciaron las gárgolas de mi alma—
el herido suspiro de una sombra
un tiempo agotado ante el destino:
el mismo aire que no puedes respirar.
Eres nada
y nada, has de llamarte…

Retumbaron los poros de mi enigma
¿Solamente nada? ¿En eso he de quedar?
Entristecida y pálida me contempló la luna:
ella y yo extranjeras de este mundo
ella y yo vistiendo soledad…
Pero mi voz alcanzó a hacerse marea,
una doncella en los bordes de la reina
que domina la oscura inmensidad.

Y la noche nos selló con un abrazo
oculta, sumergida en su regazo,
me hice rosa en su luz: Flujo Lunar

Obra pictórica: "Deep Sleep"
Autor: Christian Schloe

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Abrir este nuevo espacio de expresión con un poema, quizá no sea el modo más formal de presentarse. Pero representa para mí un pequeño y acostumbrado ritual de iniciación, como cuando alguien se muda a una nueva casa y aún antes de desempacar sus maletas, coloca una foto o un cuadro amado en la pared. Es el modo personal de invocar a mi ángel: la palabra.

Ya después habrá un momento para presentarme. Por lo pronto, doy la bienvenida a todo aquel viajero que tal vez confundido entre las travesuras del buen Dios Hermes, venga a dar hasta este blog.

@lasiria (otra hija de la noche)