Para mí la verdadera felicidad reside en respirar, liberar, afrontar y aceptar.

La vida naturalmente es un regalo, olvidamos como seres humanos aunque la muerte sea algo palpable a cada instante que puede alcanzarnos en algún momento.

Para mí la felicidad es aprender a amar. Liberar los prejuicios, los temores, los horrores de la mente consumida en la cotidianidad de principios fundamentados por una sociedad maquetada. Para mí, como ser humano, la labor más noble y placentera es simplemente... ama.

Todos como seres humanos tenemos aspiraciones. Algunos desean el éxito, algunos un vínculo familiar, yo quisiera cambiar o al menos aporta al cambio en el mundo hacia tiempo más prósperos —servir—, pero la verdadera felicidad para mí es conocerse a sí mismos, aceptar y bendecir el presente, y enfocarse en las infinitas posibilidades que el universo regala a nuestro día a día y a nuestro futuro.

Olvidar que la vida es una línea recta, dejar que la fantasía se adueñe de nuestras acciones y se pongan los primeros bloques que formen corazón más noble y alegre.

Tal vez llenarse de amor es la forma más sencilla de afrontarlo todo. El amor y el autoconocimiento-autoaceptación. Tal vez por eso llegué a decir un par de veces: Yo en mi vida sólo quiero una mujer que aprenda a quererse a sí misma y sea feliz junto a mí :P.

Esto es un comentario infinito, tanto como la eternidad del universo, pero para no divagar tanto lo dejo aquí.

Sí, aunque la muerte sea un lugar no tan trágico para mí, estoy tan enamorado de la vida en estos momentos que sólo con ello soy feliz.