En Venezuela, es importante tener una tarjeta única de la oposición y un candidato unitario. Después veremos si participamos o no.
Gobierno de Venezuela no pretende
ganar elecciones limpiamente; sabe que
es imposible
La estrategia del gobierno del presidente Nicolás Maduro es lograr que la oposición pierda las elecciones con ayuda de una parte de ella, que insiste con terquedad, en incentivar, con su locura, a la población para que no vote. De esta manera, dicho sector opositor se convierte en aliado del oficialismo.
Las condiciones actuales de la población venezolana, son peores que las que existían cuando el gobierno perdió por paliza la Asamblea Nacional. En dicha oportunidad, la oposición concurrió con una tarjeta única. En esas elecciones, no se presentaron líderes desbordados mandando a la gente a no votar. Tampoco aparecieron líderes desprestigiando a la unidad democrática y solicitando que voten por ellos para que la oposición se divida. Los resultados fueron apabullantes.
Para poder hacer una campaña, el gobierno tiene que presentar resultados y logros. El único resultado, que puede presentar, ante el pueblo, es haber destruido al país más rico de América; por esto, tiene el rechazo absoluto de los gobiernos del continente y del mundo. Además, mantiene al pueblo sumido en una miseria aberrante. Venezuela tiene la hiperinflación más alta del mundo. Por otra parte, es un gobierno campeón en la violación, descarada y sistemática, de los derechos humanos, por lo cual, ha sido sancionado como ningún otro gobierno en el universo.
Por esto, la estrategia tiene que ser una. Si vamos a la validación que sea de la tarjeta única. Si concurrimos a las elecciones, el candidato debe ser uno. Por ahora, lo importante es tener una tarjeta y un candidato. Luego, si aceptamos las condiciones, concurrimos juntos; pero si las condiciones no nos convencen, no participamos. Por los momentos, lo importante es mantener la unidad: un candidato para todos, y todos los líderes con la misma tarjeta.
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