Es muy sencillo. El cuerpo del hombre se constituye de 102 minerales de los cuales ninguno se recupera ingiriendo carne, todo lo contrario, el cuerpo procesa al animal muerto en ácidos y grasas. Sabiendo que las proteínas son un conjunto de ácidos aminos y que algunas también se componen de azufre, nada que ver con nuestra química, podemos experimentar la inestabilidad mundial que esta costumbre genera. ¿Qué clase de planeta está en contra de su propia especie? es una incongruencia. ¿Cuántos electrones por átomo tienen las proteínas? nuestros organismos son eléctricos y estas no son compatibles ya que no aporta un flujo de electrones estable. Los genios que dedujeron esto, tal vez obtuvieron mejores resultados y tranquilidad mental al reducir los niveles de ácido, las respuestas están en la experimentación pero también en la configuración del aparato bucal humano, diseñado para ingerir frutos. No digo que dejemos de comer carne, pero si procesarla solo dos veces a la semana.