Unos van riendo, otros van llorando!
Me provocó postear este texto que escribí en diciembre con dos objetivos: dejar registro de las que quizás fueron las peores navidades que vivimos los venezolanos y para darnos cuenta de como la hiper inflación sigue golpeando nuestros bolsillos dejando una diferencia abismal entre os precios que se manejaban hace tan solo cuatro meses y los que enfrentamos ahora.
En medio de la crisis económica más grave de su historia, los venezolanos resisten y buscan mantener vivas sus tradiciones. La navidad es época de compartir, por ello, en cada parte del mundo se acostumbra a realizar una cena familiar, que en la mayoría de los casos, refleja las características propias de la historia y gastronomía de cada país.
El plato principal de la cena de navidad, en Venezuela, está compuesto por la tradicional hallaca, pan de jamón, pernil de cerdo y ensalada de gallina acompañado, en ocasiones, por torta negra, nueces, avellanas, turrón o dulce de lechosa.
Sin duda alguna, la protagonista de las navidades venezolanas es la hallaca. Éste manjar de origen indígena consiste en un bollo de masa de maíz relleno de un guiso de gallina, cerdo, carne de res o los tres juntos envuelto en hojas de plátano sujetadas con pabilo.
El intercambio de hallacas entre distintas familias forma parte de esta interesante tradición venezolana, transformándose en un gesto de amistad, cordialidad y gentileza, tanto para aquella que comparte sus hallacas, como para las que gustosamente aceptan probar una hallaca de personas relacionadas por la amistad o los lazos del parentesco.
La Realidad
“He caminado el mercado de Coche, el de Guaicaipuro y ahora Quinta Crespo y no he logrado conseguir la carne para las hallaquitas”, protesta Carmen Rodríguez de 80 años mientras se abre paso entre los vericuetos del mercado de Quinta Crespo en compañía de su nieta.
Tras la regulación del pollo y la carne de res, ingredientes indispensables para la elaboración de la hallaca, adquirir estos productos se ha convertido en toda una odisea.
“La carne puedes conseguirla pero con sobreprecio, en este país los comerciantes quieren sacar provecho de todo, incuso en momentos difíciles” denuncia Magaly Álvarez quien confiesa ser la encargada de preservar la tradición en su familia. Álvarez aspira cocinar 150 hallacas, “ni la tercera parte de lo que hacía en años pasados, nosotros somos muchos, en casa armábamos hasta 500 hallacas, necesitábamos día y medio para completarla tarea”, agregó.
En los principales mercados de la capital los precios fluctúan tanto como lo hace el dólar paralelo, es decir, pueden variar incluso en cuestión de horas. Para los primeros días del mes de diciembre se requería contar con 2.000.000 Bs para realizar 20 hallacas.
“Sin hallacas no hay navidad” pregona una anciana que deambula por el mercado de Quinta Crespo cargando dos bolsas prácticamente vacías.
Alberto De Abreu tiene 30 años atendiendo su carnicería en el mercado de Guaicaipuro y confiesa que es la primera vez que las ventas han mermado tanto en épocas decembrinas, “es que ni siquiera los clientes tradicionales están comprando, esta promete ser una triste navidad.”
Bono Navideño
El pasado primero de noviembre, el Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros anunció un nuevo aumento salarial y la aprobación de un Bono de 500.000 Bs con motivo de la declaración del inicio de la navidad.
El Bono Navideño beneficiaría a 400.000 familias y sería otorgado mediante el Carnet de la Patria, un mes después del anuncio algunas personas aseguran haber sido beneficiarias de la iniciativa presidencial.
“Yo estoy muy contenta con ese regalo que nos dio nuestro presidente”, afirma sonriente Zaida Ramos habitante de la Parroquia Antímano que al ser interrogada sobre como utilizara el dinero depositado en su cuenta del Banco de Venezuela indica que la emoción aún no ha dejado pensar en eso.
Por su parte Maribel Ramírez no ha sido beneficiada con el Bono Navideño, pues se niega a tener que sacar el Carnet de la Patria para que le sean otorgados los beneficios que le corresponden por el sólo hecho de ser venezolana, de igual modo comenta que 500.000 Bs resultan insuficientes para cualquier cosa que se quiera comprar sea ropa o comida, “los millones de mi cédula se quedan cortos hasta para hacer las hallacas.”
Estos son los ingredientes necesarios para la elaboración de las hallacas y el precio promedio en los diferentes mercados de Caracas:
• 2 kg carne: Bs. 240.000
• 2 kg pollo: Bs. 160.000
• 1 kg de pernil: Bs. 230.000
• 200 gr alcaparras: Bs. 162.000
• 1 kg pimentón: Bs. 73.000
• 1 kg cebolla: Bs. 60.800
• œ kg ají dulce: Bs 22.000
• œ kg ajo porro: Bs. 10.500
• Œ kg cilantro: Bs. 5.500
• 100 gr pasas: Bs. 200.000
• 200 gr ajo: Bs. 26.400
• œ kg aceitunas rellenas: Bs. 105.200
• œ kg de pasas: Bs. 390.000
• 3 kg harina de maíz: Bs. 120.000
• 1 rollo pabilo: Bs. 15.000
• 2 paquetes de hojas: Bs. 40.000
• 200 gr anoto: Bs. 12.000
• 1 litro aceite: Bs. 87.000
Navidad que vuelve
La época más alegre del año ha terminado entristeciendo a la gran mayoría de la población venezolana ante la imposibilidad de cubrir los costos de las comidas y rituales que tradicionalmente realizaban.
“Yo hace mucho que no estreno, pero había hecho lo posible por vestir a mis chamos aunque fuese humildemente”, expresa Dora Ruiz en la Parroquia La Candelaria al asombrarse con los altos precios de las diferentes prendas de vestir.
Sharon Mendoza, encargada de una tienda de la zona comenta que la prenda más económica con la que cuenta el comercio es una franela defectuosa y cuesta 280.000 Bs, ya que en condiciones normales estaría entre 340.000 y 370.000 Bs; los zapatos oscilan entre 800.000 Bs y 4.200.000 Bs.
Indudablemente serán pocas las familias que podrán disfrutar de las tradiciones en esta navidad que parece haber sido aniquilada por la inflación exacerbada que ha disminuido progresivamente el poder adquisitivo del pueblo.
Cinco aumentos salariales a lo largo del año y el otorgamiento de beneficios sociales no han sido suficientes para contrarrestar la grave crisis que somete a los venezolanos.
Es común escuchar en las diferentes zonas de la ciudad manifestaciones de inconformidad en cuanto a cómo se está desarrollando la que en otros tiempos era la época más esperada del año.
Esta ha sido una navidad llena de promesas incumplidas; no son pocos los hogares que siguen a la espera de la llegada de las sorpresas navideñas que otorgarían los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que según voceros oficiales incluirían la venta de una pierna de cerdo o pernil y una bolsa o caja con los ingredientes necesarios para la realización del plato navideño, adicional a esto se sortearían los beneficiarios del bono navideño y se otorgarían regalos en los hogares donde habitasen infantes.
A escasas tres semanas para que finalice el año, la mayoría de los hogares siguen a la espera de la ejecución de estos ofrecimientos.
Ausencias
Nadie escapa de las consecuencias de la situación que atraviesa el país, los niños y mascotas también se han visto afectados, las últimas por la escasez y alto costo de su comida, los primeros por todo lo antes mencionado y por la incertidumbre de si este año el Niño Jesús o Santa Claus podrán satisfacer sus expectativas o por lo menos poder entregar algo para que no se queden con las manos vacías.
Los juguetes más buscados este año, o al menos, los más preguntados tienen un costo que va desde 1.000.000 Bs a 15.000.000, bastante inalcanzable para la mayoría de los ciudadanos, tomando en cuenta que el salario mínimo se ubicó en 230.000 Bs con el último ajuste decretado por el Ejecutivo Nacional.
Un halo de tristeza invade cada rincón del país, al menos 130 madres lloraran la ausencia de sus hijos quienes fueron ultimados a manos de fuerzas represoras del Gobierno Nacional, mientras que otras lloraran la distancia de sus afectos que cruzaron nuestras fronteras en busca de mejores oportunidades, que lamentablemente el país no está en condiciones de ofrecer en este momento que le ha tocado atravesar.
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