Ay Yosu, primero te di mi mísero voto, que denota en sí mismo lo que expresas en tu post. Soy sincera, detesto el amiguismo y la política, y digo las verdades a quien se las gane, sea amigo o extraño. Tengo educación, buena ortografía y ves, que mi voto no vale ni un centavo.
Yo soy realista ante todo, por eso nunca me ha llenado el pensar en que Steemit va a ser una cosa distinta al mundo real, que tenemos la oportunidad de oro de cambiar la humanidad, bla, bla, bla. Si Steemit lo crearon los humanos, y quienes lo usan son humanos, entonces a qué crees que se va a parecer esto?
La técnica es buscar en steemit, igual que en la vida, el balance que te llena el alma y te hace feliz.
Te doy el ejemplo de mi balance:
Ante todo hago todo lo posible por no perjudicar a nadie. Eso me da paz mental. Me junto con gente sincera y honesta, preferiblemente sin rollos mentales. A los hipócritas los trato con amabilidad pero no les dejo ver ni un ápice de mi vida personal, los tengo lejitos. A los deshonestos la verdad ni les hablo, pues con ellos no quiero nada, ni siquiera que mi nombre se acocie con el de ellos. Y a los enrollados trato de darles otra perspectiva, pero si no quieren aprender pues ellos se lo pierden.
Ahora, a los inocentes (como los niños), les doy todo lo que pueda. A la gente que se está formando (como los jóvenes), trato de enseñar lo que he aprendido de la vida y aprender de sus perspectivas. Yo no aspiro cambiar al mundo. Yo trabajo para cambiar personas y realidades individuales. Eso es bastante! Porque si influencias una vida, esa vida va a influenciar muchas más en su camino.
Los rollos de amiguismos y política en Steemit me aburren. El que quiera perder tiempo jugando a eso que lo haga, pero que no me invite, porque ni lo entiendo, ni lo sé jugar, ni me interesa.
Por qué estoy en Steemit? Por qué estoy en Reveur? Porque tengo la oportunidad de cambiar realidades individuales, que es mi propósito de vida.
Mira en tu interior y saca tu ecuación de valor. Cuando la deduzcas, sé fiel a ella y los demás se pueden ir al carajo.
Un apreciado abrazo, un voto sin valor monetario y un millón de palabras sinceras y con buena intención.
Maria