Me despido por última vez...
Nacemos de las cenizas
He estado equivocado contigo tan a menudo.
No hay remordimientos en esto ni ninguna injusticia.
Tirando en la cara, cálmate.
Pero la sombra se sienta en la iglesia y parece que tu cuerpo yace en un ataúd.
En cautiverio de tus abrazos soy ciego.
Pero nadie da vestidos, flores y anillos.
¿Quién beneficia las fluctuaciones de las diferencias ficticias?
En su cama fria
No no comprendo nada de lo que te estás refiriendo cada vez que hablas.