Desde un nuevo destino

Buenas tardes amigos

Desde el 11 de julio llegamos a Concepción, Chile, donde estamos poco a poco acostumbrandonos a esta nueva vida y dispuestos a emprender y crecer en paz y prosperidad.

Las diferencias son inmensas, en todos los aspectos. Clima, transporte, seguridad, educación, empleo, ingresos, inflación, burocracia... En fin, en todo como dije antes.

Valoro las características que influyen en una vida más tranquila, como todo lo anterior. Poder caminar tarde sin estar temiendo un robo es sabroso. Conseguir lo que necesites en cualquier lado y poder buscar mejores ofertas también. El tema del transporte, que tan delicado está en Venezuela aqui es distinto. Sin tener metro como Santiago, los autobuses cumplen eficientemente su trabajo. Aun no nos hemos ido parados debido a la alta frecuencia de buses.

Poder hacer muchos trámites por internet (contratar servicio de cable e internet, estado de trámites) o en casi cualquier sitio (recargar telefonos en cajero de supermercado, kioscos), obligan a los bancos a estar vacíos. Otra diferencia.

Rescato de todo esto la posibilidad real de cambiar nuestro país, con cosas no muy difíciles de hacer pero que impactan mucho en la calidad de vida de todos.

Vista desde el apartamento

Arco de medicina, Universidad de Concepción

Vias de tren